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Luego de unos minutos caminando habían llegado a una especie de choza con una fogata en medio. Cerca de allí se podía apreciar como caía agua en forma de pequeña cascada desde una vertiente no muy alta, formando lo que sería un lago no muy profundo, pero en el que fácilmente cabrían unas 10 personas o más. 

Eivor solo se preguntaba porque Vili lo había llevado a ese lugar, pero sus pensamientos se detuvieron al ver cómo las prendas del contrario iban desapareciendo mientras avanzaba a las aguas que descendían de la vertiente, dejando ver de a poco su piel y su definida musculatura, tenía múltiples tatuajes que lo adornaban, desde sus brazos hasta su ancha espalda y marcado torso. Le estaba regalando una vista sumamente tentadora y por lo mismo no pudo evitar que un leve sonrojo adornara sus mejillas.

Solo cuando Vili quedó en su ropa interior empezó a entrar al agua helada, al quedar la mitad de su cuerpo sumergido en esta miró al rubio de reojo a sus espaldas con una leve sonrisa y un inusual brillo en sus ojos.

–¿No vas a entrar?– aquello parecía más un desafío que una pregunta, pero no se sorprendió al ver cómo Eivor también empezó a sacarse sus prendas sin prisa y sin decir nada para quedar igual que él en ropa interior. La mirada en su rostro solo podía reflejar lo mucho que disfrutaba ver el cuerpo del más bajo acercándose a él casi totalmente desnudo.

Era de noche, pero la luz fría de la luna en su punto más alto del cielo y luz cálida de la fogata en el medio era más que suficiente para apreciar todo lo que estaba pasando.

–¿Al final esto es lo que querías?– su tono de voz era juguetón –Los dos... solos– se había acercado peligrosamente al más alto con una sonrisa que no mostraba los dientes, pero sí un poco de picardía y deseo.

El más alto en silencio y con la misma sonrisa del contrario subió sus manos y con cierta delicadeza empezó a delinear los tatuajes que cubrían el pecho y hombros del rubio, haciendo que este se le subieran los colores a sus mejillas, encontrándose con algunas marcas nuevas en su piel –Tienes más cicatrices que la última vez que nos vimos Eivor– Se acercó a una de ellas la cual estaba en el cuello del más bajo y la rozó sus labios, quería descubrir cada una de las marcas que no conocía en el cuerpo de Eivor.

El de ojos celestes con el calor de su cuerpo aumentando por los roces puso sus manos frías en el pecho del pelinegro haciendo que las mejillas de este se tiñeran de un ligero tono rojizo. Quería molestarlo... o tal vez incitarlo, no lo tenía muy claro, aunque no pudo pensar mucho en eso al sentir un ligero temblor en su cuerpo cuando aquellas ágiles manos habían bajado atrapado su cintura con seguridad, para luego seguir bajando lentamente a su cadera y atraer su cuerpo al del contrario. Por el repentino movimiento pasó ambas manos alrededor del cuello de Vili.

Sus rostros volvían a encontrarse a escasos centímetros, podían sentir la respiración del otro chocar en su rostro.

Vili empezó a acercarse más haciendo que los latidos del contrario aumentarán aún más, pero Eivor se llevó una sorpresa al ver cómo el pelinegro en el último momento cambió la dirección, quedando su cara enterrada en el espacio entre su hombro y su cuello, sentía su pesada respiración contra su piel y un ligero cosquilleo que bajaba hasta la parte inferior de su cuerpo.

–Ya no puedo seguir intentando ocultarlo– Sentía el calor de su cuerpo aumentar con cada palabra que salía de su boca –Te deseo Eivor... tu calidez, tus caricias, todo de ti– No era mentira lo que decía y el fuerte agarre que mantenía en el rubio lo demostraba, pero no podía seguir sin la aprobación del contrario.

La voz de Vili había salido más profunda de lo normal y que le estuviera hablando directamente en la piel de su cuello solo causó que un escalofrío recorriera cada parte de su cuerpo.

Shut up Vili- Eivor (hombre) x Vili [Assassin's creed Valhalla]  Two ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora