Jimin se encontraba caminando por las más o menos pobladas calles. En sus manos, llevaba algunas bolsas, no tan pesadas, debido a que había hecho algunas compras necesarias para llevar a su casa. Por lo que veía, era un día soleado, el cielo se hallaba azulado y despejado, sólo existía el sol, tan fuerte e iluminado que no podría observarlo ni un poco, porque inmediatamente su vista saldría afectada, aunque no podía negar que habían alguna que otras nubes que lo adornaban alrededor. Afortunadamente llevaba unos lentes del sol puestos, que lo protegerían del villano.
Siendo sincero, no era un aficionado de los días soleados, solía amar más que el cielo se mantuviera nublado y frío, era aún más cómodo y reconfortante que estarse asando en esos momentos. Obviamente, para no morirse de calor, optó esa vez, por colocarse unas bermudas un tanto apretadas, que remarcaban sus muslos, negras, una franelilla blanca, suelta y cómoda, especial para casos como esos, zapatillas deportivas negras con blanco, y como fue mencionado anteriormente; unos lentes de sol.
Esta vez se dirigía a recoger su auto, el cual lo había dejado en el autolavado mientras hacía las compras. No digan que fue rápido, realmente se tardó mucho en ver qué llevar y qué no; además, pasó por una tienda de ropa, ¿Por qué no podría darse un pequeño lujo? Había que aprovechar el momento. Sus pasos eran lentos y tranquilos, no tenía porqué apresurarse, después de eso, no tenía mayor cosa por hacer, y por ahora, no quería regresar a casa, estaba bien por acá afuera, aunque tuviera que soportar el que se esté asando. Pronto, ya estaba frente a aquél negocio en el que había dejado su auto, y observando su fachada; un lugar realmente colorido, azul, rojo, negro y blanco eran los colores que veía por fuera, pintados con mucha dedicación y orden, y el letrero "car wash" un nombre bastante común de hecho.
Asomándose con cuidado a la entrada del lugar, entró en silencio a este, aún con las bolsas en sus manos, y antes de seguir, se quedó un momento observando el interior de ese negocio, la verdad, es que anteriormente no le prestó la suficientemente atención que le está colocando ahora. Se veía un lugar demasiado agradable y calmado; por dentro, las paredes estaban pintadas de blanco, y todo se veía limpio, aunque el piso se encontraba mojado, dedujo que era por el agua que usaban para lavar los autos, y siguió su camino. Mientras caminaba, observo a un chico, se encontraba dándole la espalda, mientras al parecer, lavaba el frente de un auto. Lo único que pudo observar, es que el chico llevaba puesto un jumper de Jean azul, con una tela de animal print rodeando su cintura, su cabello marrón claro y un poco esponjoso, sin embargo, se le veía bien desde allí. Sus hombros eran anchos y se sorprendió un poco al ver eso, inclusive, pensó que los hombros de ese chico eran el doble del tamaño de los suyos, o quizá exageraba un poco.
Se acercaba a pasos lentos y silenciosos hacia el otro individuo, lo veía tan concentrado en su trabajo, así que no quería distrerlo o algo, tampoco tenía planeado asustarlo, pero supongo que lo hizo, cuando trató de llamar su atención tocándo su hombro, y pronunciando un "chico" de sus labios, que el contrario dio un respingo y gritó asustado, llevaba un balde de agua en sus manos. Por lo tanto, al llevar tal sorpresa, su primer impulso fue defenderse con algo, este fue echándole la cubeta de agua a cualquiera que haya sido la persona que se le acercó. Jimin por su lado, debido al suceso inesperado, dio un salto, las bolsas cayendo de sus manos, y estrellándose contra el suelo, afortunadamente, no había nada que se pudiera romper dentro de estas. Jimin observó algo sorprendido su ropa; se encontraba mojada, más su franelilla, la cual se pegó a su cuerpo, y se transparentó, dejando ver parte de su pecho y abdomen. Alzó la mirada hacia la otra persona que se encontraba en el lugar, y estaba apunto de abrir su boca para reclamar lo que había hecho, sólo que no alcanzó, ya que el indivio se acercó a él, buscando una manera de secarlo.
"¡Oh, Dios mío! Perdón, perdón, discúlpeme, en serio, no fue mi intención." Decía el chico del jumper, mientras con un paño rojo, que anteriormente se encontraba en uno de sus hombros, lo pasaba por la camisa del de la franela blanca. A Jimin le quedaron las palabras en la boca al oír su voz, era la voz más angelical que pudo escuchar nunca, y ahora que tenía mejor acceso para poder ver al chico, se dio cuenta que en serio era demasiado hermoso. Labios esponjosos, brillantes y suaves, nariz definida, cejas pobladas y rectas, y ojos pequeños, que a la vez, lo adornaban unas cortas pestañas. En serio que era muy bonito, definitivamente su amor a primera vista, esto sí que no podía estar exagerando. Al mismo tiempo, se le ocurrió una muy brillante idea, y formulando una pequeña sonrisa en sus labios, se dispuso en su mente, a ponerla en práctica.

ESTÁS LEYENDO
Car Wash.
Short Story♡ MJ O.S Donde a pesar de que no se hayan conocido de la mejor manera, Jimin cayó rendido ante el chico que lava autos.