Sigue lloviendo sobre mi cabeza

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Para ser un buen cirujano hay que pensar como un cirujano; las emociones que perturban hay que tragárselas y entrar en una sala estéril donde el procedimiento es muy simple: cortar, suturar y cerrar. A veces te enfrentas a una herida que no cicatriza, una herida a la que se le saltan los puntos.

Dicen que la practica conduce a la perfección, en teoría cuanto mas pienses como un cirujano mas cirujano serás; cuanto mejor se te de ser neutral, clínico, cortar suturar cerrar, más difícil será cambiar el chip, dejar de pensar como un cirujano y recordar lo que se siente cuando piensas como un ser humano.

Anatomía de GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora