One/Two Shots Narusasu

🔸⚜️🔸El Hokage y Su Tristeza🔸⚜️🔸

(Pueden reproducir el audio para darle algo de escenario, queda muy bien :3)

Naruto llevaba ya un tiempo de peleas con Hinata, Boruto lo llevaba a su límite y no podía dejar de pensar en que Himawari también lo odiaba por alguna razón.

Sakura estaba demasiado ocupada como para ir a visitarlo y hablar un rato, y Sarada estaba enfrascada en su entrenamiento arduo.

Shikamaru llevaba y traía papeles de quién sabe dónde y ayer le habían dado tres días de descanso, pues el cansancio excesivo se notaba a kilómetros y su esposa lo mataría si seguía trabajando tanto.

Conforme había pasado el tiempo, el rubio decidió quedarse en esa habitación que tenía su oficina, allí dormía tranquilo y sin necesidad de tantos gritos por parte de su familia. Después de todo Hinata se negaba a divorciarse por alguna razón enfermiza.

Himawari poco a poco se distanciaba de él, a tal punto que le llamaba séptimo antes que papá, eso le dolía en lo más profundo de su corazón, pero no diría nada, después de todo Boruto le llamaba viejo o en ocasiones especiales lo llamaba por su nombre.

Ya se había rendido en cuanto a los niños, ya no les pedía nada ni les daba nada, cada tanto mandaba un clon a la casa para que Hinata se desquitara con él en vez de con los niños. Este siempre volvía golpeado y se desvanecía en silencio frente a su creador.

Las veces que Sakura o Sarada iban, llevaban comida preparada por la pelirosa, siempre tenían alguna charla cálida que dar, pero los exámenes Chunnin comenzarían pronto y Sarada quería participar, Sakura estaba muy ocupada por el trabajo y él, volvía a quedarse solo.

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La puerta crujió y rechino al abrirse, necesitaba urgentemente una aceitada, la oficina tenía las luces encendidas pero aún así el ruido logró asustar al rubio sentado en su escritorio, quien fijó su mirada azul en aquel trozo de madera pintado que se había movido.

Unos pasos casi silenciosos se oyeron gracias a la quietud de la oficina, la silueta negra se movía silenciosa y de manera lenta, como si quisiera que el momento allí durara lo más posible.

Los ojos azules tomaron un brillo de esperanza que había perdido hacía meses, su sonrisa se hizo enorme y de sus labios salió un gran:

Naruto - Teme! - dijo apoyando sus manos en su escritorio y levantándose de su silla. Sus mejillas rosas y sus ojos cristalizados, ocultaban sus enormes ganas de llorar de la emoción.

Sasuke lo miró rápidamente, sonrió y bajó la cabeza - Lo siento dobe, te desperté? - habló calmó mientras se acercaba al escritorio de su amigo y a la vez sacaba un pergamino del interior de su capa.

Naruto negó con la cabeza - Estaba despierto desde mucho antes, me alegra verte Teme dattebayo! - aún estando cada uno de un lado del escritorio lo tomó de los hombros e intentó abrazarlo, a lo que el azabache dejó el pergamino sobre el escritorio y abrazó a su amigo con su brazo disponible.

Sasuke dudó por un momento, no era la primera vez que lloraba cuando él llegaba de alguna misión, parecía hacerse una dolorosa costumbre, escucharlo llorar en su hombro y pedirle que se quedara esa noche con él en la torre del Hokage.

El azabache nunca negaba esas peticiones, pues Sakura le había dicho que lo había visto muy mal últimamente y que tratara de consentirlo lo más posible para evitar que se deprimiera aún más y cometiera alguna locura.