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Lo primero que se presenta en el manga es a Naruto. Un chico que vive solo, que no tiene padres ni amigos, que ama el Ramen y que quiere ser Hokage. Toda la aldea lo insulta, lo minimiza y lo trata mal solo por el hecho de que el zorro de las nueve colas, el Kyubi, reside dentro de él. Naruto aún no sabe acerca de eso, pero los lectores sí. Él es un chico hiperactivo y juguetón que busca atención, pero que está completamente solo.
Desde el inicio de la historia Kishimoto nos muestra la soledad de Naruto. Naruto no sabe lo que es sentir la calidez y el amor de una familia. Pero, aparentemente, Iruka es el único que siente cierta empatía y afecto por Naruto.
Naruto era testigo de como los demás chicos disfrutaban de sus familias. Como tenían el amor y respeto de sus familias y amigos. Él solo podía mirar desde la distancia y preguntarse a si mismo cómo sería sentirse amado y pertenecer a algún lado.
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No es hasta su enfrentamiento contra Mizuki que Naruto se da cuenta de el afecto que siente Iruka por él. Mizuki le recuerda a Naruto, nuevamente, su soledad. Que él nunca tendría el respeto de nadie, que nadie nunca lo reconocería. Y no olvidemos que él fue el que le dijo a Naruto, por primera vez, que él tiene al Kyubi dentro de él.
Es un concepto que Kishimoto enfatiza a través del manga una y otra vez, flashback tras flashback. La soledad de Naruto. Él nunca conoció el amor, tampoco sabía lo que era, pero él quería conocer lo que era, al punto de buscar desesperadamente el reconocimiento de otros hacia su persona. Este es el conflicto más grande de Naruto como personaje. Buscar reconocimiento y amor de otros.
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