~Una ultima comida~one-shot

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Era un día lluvioso, uno de tantos desde su partida, o al menos así lo sentía aquel joven marleyano de cabellos rubios, había pasado tiempo ya, pero lo sentía tan reciente, como si hubiese sido ayer.

El día de la misión a Marley tenia un mal presentimiento, recuerda que desayunaron juntos y le expresó el mal que sentía:

Flashback

- ¿Estas segura de todo esto? - hablo dudoso dándole la espalda mientras daba los últimos toques a aquella olla con comida al fuego-

-Hmj? - la de cabellos cafés se separaba de su rico platillo para contemplar a aquel que había sido su pareja en secreto los últimos meses – hablas de anunciar nuestra relación? Claro que estoy segura-

Una sonrisa tímida y de anhelo se reflejo es su rostro con la cabeza gacha, se volteo hacia ella contemplando una de las mejores vistas desde que había llegado a esa isla, en la que, según él, habitada por demonios había encontrado al ángel mas hermoso que haya visto es su vida-

-No, me refiero a- cortó su voz, la que estaba un poco melancólica. Lo que le dio a Sasha una mala espina- me refiero a la misión, se que han entrenado mucho, se que te has esforzado, y que lo han planeado por meses, pero la imprudencia de ese chico los ha llevado a improvisar y rescatar un poco el plan original, eso me preocupa, los han estudiado lo sé, pero créeme nos los conoces como yo, yo.... yo soy uno de ellos, temo que no regreses- había luchado por lucir firme, pero su voz se estaba quebrando-

Rápidamente Sasha se paró de su lugar y fue hasta el para darle un abrazo, uno cálido, lleno de confort, amor y cariño, él la recibió gustoso, escondiendo su cara en su hombro, lo que le era difícil ya que estaban por partir a aquella misión y Sasha tenia ese uniforme lleno de metal-

Se separaron y Sasha coloco sus manos en sus mejillas mientras le daba un beso suave en su frente – todo estará bien, ya verás, acaso desconfías de mi fuerza, ¿hm? -

-Claro que no, pero no podemos tentar al destino, no eres una Ackerman con gran fuerza como lo es Mikasa o el Capitán, y aunque lo fueras no son inmunes a balas o bombas- ironizaba con sus manos simulando explosiones-

-Tienes razón, pero confío en mi equipo y en que todo saldrá bien, traeremos a Eren de vuelta y comeremos un gran festín al volver, ¿de acuerdo? Anunciaremos nuestra relación, y comenzaremos una nueva etapa en nuestras vidas-

Niccolo aun recordaba cuando la conoció, cuando era una chica un poco inmadura a pesar de su edad, ahora la veía y escuchaba, había crecido tanto, madurado tanto, habían tenido tantos momentos juntos, el confiaba en ella, pero no confiaba en su gente, temía haber tenido que cruzar el infierno y ser parte de el solo para conocerla, para luego perderla, no, definitivamente no estaba listo para eso-

-Oye mocosa, es hora de partir- el capitán se había asomado por la puerta de la cocina interrumpiendo aquel momento-

-Bueno es hora de irme, espérame con mi platillo favorito, ¿sí? - dejó un beso sobre sus cálidos labios el cual fue correspondido al instante-

-Lo prometo, lo tendré recién salido para que lo disfrutes como lo mereces-

Un par de sonrisas fue lo último que vio uno del otro.

Salió corriendo, esperando aun encontrarlos, no podía estar tranquilo.

- ¡Señor Connie, señor Jean! - llegó corriendo hacia ellos, los antes mencionados dieron la vuelta hacia aquella voz conocida-

- Niccolo, que sucede? - habló Jean-

- Se que es ridículo, pero necesito un favor-

-De que se trata? - preguntó Connie-