No me gusta hablar de mi abuso porque me siento un vegetal
No tuve voz para gritar
No tuve boca para poder hablar
No tuve movilidad para poder parar
No tuve piernas que reaccionaran y huyeran de aquel lugar
Solo existía...
No miraba para no recordar, pero aún así todo se guardo, cada respiro, orden y sensacion... Solo tomaba el tiempo, esperando que acabará ya
No tenía fe, la había perdido después de rezarle a todos los dioses y santos del cielo, y que mi plegaria nunca fuera escuchada
Aun si cerraba los ojos, mis oídos no se apagaban, y aunque no son visibles, las marcas de mi mente aun no las puedo borrar, son heridas abiertas que aunque se que necesitan cicatrizar yo solo quiero dejar pudiéndose en lo mas hondo de mi mente.