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Volví, ayer no subí por andar de dormilona y vaga jajajaja perdón 🥲
Pero aquí esta lo que seguía jajaja

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Cuando fue consciente de su alrededor otra vez, se descubrió a sí mismo recostado en su cama y con dos hombres discutiendo no muy lejos de él mientras se preguntaban qué podía haber alterado su qi tanto esos días.

Shen QingQiu pensó que al estar en manos de su hermano marcial de seguro su secreto ya era un tema conocido a voces. Se incorporó, llamando la atención de su líder de secta y del médico que se acercaron a él apenas lo percibieron.

—¿Estás bien?

—Perfectamente, como nunca antes —mintió y luego suspiró. No tenía idea de cómo preguntarles si lo que él sabía ya lo sabían.

—Shidi, le estaba diciendo a Mu shidi que te has sentido raro como hace una semana, casi dos ya. ¿Hay algo más que no nos hayas dicho para poder diagnosticarte?

El aludido pensó que en todo lo que esos dos sabían de él y buscó a Luo Binghe con desesperación porque solo él conocía los síntomas que lo ligaban a un posible embarazo. Si ellos dos no tenían aún todas las pistas podría esconderlo por un tiempo aunque...

¿Para qué lo escondería? Ese problema era de Shen QingQiu original, fue él quien fue por ahí ofreciéndose a quién sabe quién e hizo esto y aquello para quedar con un encargo que llegaría justamente después de que él tomara posesión de ese cuerpo.

—¿Qué síntomas le dijiste? —inquirió al final, demasiado avergonzado para admitir que no tenía idea de quién era el padre frente a tanta gente.

No podía entender qué pasó por la mente de Shen QingQiu original cuando se embarazó y decidió tenerlo a escondidas, pero ahora él no tenía idea de quién era el padre y no podría soportar la vergüenza de ir diciendo por ahí que no sabía quién era el padre.

No tenía suficiente cara para hacerlo y, peor aún, algún día llegaría el momento en el que la dulce criatura le preguntaría a él y no sabría qué responderle. Era mejor llevarlo lejos de todo eso y que se criara con una madre amorosa que podía mentirle, diciendo que era huérfano de un padre honorable.

Probablemente, si Shen QingQiu original llegó llorando hasta una de sus amigas cortesanas para pedirles ese favor, no podía considerarlo tan malo. Por lo menos, no con su propia progenie pero sí con el protagonista que si supiera de su existencia, probablemente mataría al niño.

Shen QingQiu se puso pálido de repente al pensar en eso y los otros dos tropezaron para ir a ayudarlo por si volvía a descompensarse, pero se repuso por sí mismo. Se irguió y escondió las manos bajo las mangas para mirarlos con completa seriedad.

—¿Estás bien?

—Todo en orden —respondió.

—¿Seguro? Recuerda que tuviste una subida de qi hace dos semanas. Me lo habías comentado en una visita a mi cumbre y luego te desmayaste unos días después. Estuviste en cama por un tiempo hasta que estuviste aparentemente bien. Ah, debí llamar a Mu shidi aunque te negaras en ese entonces.

—Además Luo Binghe dijo un montón de cosas tan de corrido que no llegué a entender bien y ahora se escapó —intervino el médico—. Dijo que haría algo ligero de comer pero ni siquiera pisó las cocinas. ¿Tienes idea de adónde se fue?

El otro no tenía ni la menor idea pero si no pudo comunicarle correctamente nada a su doctor entonces quizás estaba asustado de recibir un castigo o, quizás, solo no le interesaba tanto como para mantenerse atento a su estado de salud, incluso si le cayó lo suficientemente bien para que le prepara unos platillos que al final vomitó.

¿Quié será...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora