Prologo

435 34 4
                                    

Era una escena increíble.

Era como si una parte de la ciudad hubiera simplemente desaparecido.

En su lugar había un enorme cráter que probablemente ni siquiera la caída de un meteorito podría crear.

Un grupo de figuras humanas revoloteaba en el cielo y la chica pelirroja a su lado estaba aterrada.

Era absurdo mas allá incluso de sus sueños más salvajes.

Sin embargo, Itsuka Shidou ni siquiera notó esta anomalía.

.

.

.

.

.

Porque había algo mucho mas extraordinario frente a sus ojos.

.

.

.

.

.

Una chica

.

.

.

.

.

Shidou: Ah...

Envuelto por su débil voz, el suspiro se desvaneció lentamente.

La presencia de la chica era tan abrumadora que suprimió la de cualquier otro objeto.

Como metal, pero también como tela, el vestido estaba hecho de un material extraño que llamaba la atención.

Pegada al vestido, la falda que irradiaba luz era lo bastante hermosa para hacer que uno pierda la consciencia.

Sin embargo, la belleza de la chica eclipsó incluso eso.

Su largo pelo negro, como columna de humo, se movió por sus hombros y cintura.

Mirando fríamente al cielo, sus ojos eran de un extraño color difícil de describir.

Su figura, que probablemente haría que incluso una diosa sintiera envidia, se deformó por el cansancio, mientras permanecía de pie en silencio con los labios fruncidos.

Su vista.

Su atención.

Incluso su corazón.

.

.

.

.

.

En ese momento, fueron robados.

Date a Live: Tutor y SelladorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora