Prólogo

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Aburrimiento. Si podía describirlo con exactitud, era lo que Yaku Morisuke estaba sintiendo justo en ese momento. Muchos seres humanos podrían catalogarlo como algo común y corriente, es decir ¿quién no ha sentido aburrimiento en su vida? Nadie, ¿verdad? Pues, lamentablemente, te digo que estás equivocado, pues este omega, jamás había sentido ese extraño sentimiento lleno de desinterés, nunca jamás. En ese momento, su cuerpo se vió envuelto en una emoción demasiado fuerte. La necesidad de hacer algo, algo divertido, interesante. Quizá el aburrimiento es un sentimiento, tan característico para los adolescentes, que sin darte cuenta, ya estás probando cosas nuevas todos los días. Pero ese no era el caso de Yaku. Él simplemente hacía lo que podía, manejaba bien su tiempo y nunca le faltaba ni le sobraba. Sin embargo, ese día, él estaba decidido a probar cosas nuevas.

Curiosamente, era un sábado, parcialmente soleado y con algunas nubes. En la madrugada había llovido y todavía se podía vislumbrar el resplandeciente arcoíris que brillaba en el cielo. Era un día demasiado bueno para ser verdad. Él se lo había preguntado varías veces, pero nunca había conseguido una respuesta. ¿Qué es eso que tanto me falta? Por fin lo había descubierto, Yaku Morisuke necesitaba una nueva rutina, nueva vida y por supuesto, nuevos seres queridos que lo acompañarán en su día a día. Esbozó lentamente una sonrisa, que se ensanchó al pasar el tiempo. Definitivamente ese iba a ser el mejor día de su vida.

-December 5, 2022.

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