Lo Que Una Vez Ame ( Fairy Tail) (Stilu)

Capitulo 12 " Verdadera Enemiga ¡Ayuda a Fairy Tail!"

Presente:

Con Lucy

Habían pasado unas semanas...

- ¡Lucy!

- ¿Qué?

-El maestro te quiere ver.

-Bien.

Estaba ubicada en el gremio oscuro, me encontraba caminando hacia la oficina del maestro. Todo era frío y como se dice oscuro. Nadie casi no hablaba con nadie, ¿O sí?, pero solo que nadie se tenía la confianza suficiente. Se escuchaban mis pasos por el pasillo del segundo piso, llegué y di unos golpecitos a la puerta - ¡Pase!- se escuchó del otro lado. Hice exactamente lo que dijo.

Cuando entré vi una silla con un largo respaldo de cuero negro, se dio la vuelta y un maestro musculoso y temido, parecido a Jiemma me miró de pies a cabeza.

- ¿Has cumplido con tu misión?

-Sí. He traído al hombre pero se niega a hablar.

- ¿Entonces?

-He amenazado al muchacho varias veces pero sigue sin decir nada. He pedido a Yamamoto que se ocupe de él, ahora mismo debería estar interrogándole.

-Bien. Puedes retirarte -Me retiré de la fría oficina y fui a mi habitación.

Entré y cerré mi puerta con llave detrás de mí. De verdad, en esta clase de gremio no puedes confiar en nadie.

Agarré un par de prendas, mi toalla y me metí al baño. Esperé a que el agua caliente este lista mientras me sacaba los lentes de contacto color azul y me hundí en la bañera. Al principio dolió un poco, sentí una sensación de ardor contra mis heridas que tenía pero cada segundo que estaba ahí sentía como mis músculos se relajaban. El color de mi pelo negro se iba saliendo volviéndose un rubio dorado.

Suspiré con cansancio y cerré mis ojos.

FlashBack

-Rubia, prométeme que te cuidarás -me dijo Sting mirándome a los ojos bajo la luna y entre los copos de nieve que caían.

Había pasado una semana y debía irme al día siguiente por la mañana para cumplir con mi misión de doble agente.

-Claro que lo haré -le respondí dulcemente mientras él me colocaba un brazo sobre mi hombro atrayéndome hacia él o más bien acurrucándome para protegernos del frío.

Estábamos en un lugar alto de la ciudad de Sabertooth donde se podía ver todas las luces y la luz de la luna que nos alumbraba no tan perfectamente, con los copos de nieves que caían y algunas nubes oscuras que ocultaban por momentos a la luna.

Toda la semana nos molestábamos pero seguía siendo algo romántico en ocasiones, no tengo idea de como pero Sting siempre supo que decir y cuando decir para sonrojarme y ganarse un beso. No solamente ganarse sino también robármelos porque decía que me veía linda enojada.

-Es un gremio oscuro -dijo él- no será como Fairy Tail, Sabertooth o Lamia Scale.

-Lo sé. Lo sé -contesté cerrando los ojos- No te preocupes, puedo cuidarme sola -Sting me miró y luego su mirada se dirigió hacia la luna. Ahora que lo pienso ya no sentía venganza por Fairy tengo todo lo que podía pedir, de nuevo en especial a Sting.

Admiraba la forma de ser de Sting, su perfil era perfecto y su cara era suave. Mandé una mano sin querer y empecé a acariciarlo en su pelo, él miró ante tan repentina acción y nuestras miradas se encontraron. Esos ojos azules que hacían que te perdieras en ellos, me miraban atentamente y con cariño... '' Diferente a como mira al resto''.