¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nunca supo si genuinamente amó alguna vez a otro ser.
Pero lo pudo haber intentado hace unas décadas atrás. En los viejos tiempos, en aquellos demasiado lejanos pero, mucho mejores años, donde quería casarse con la condesa. Y, donde quizás también, pudo pensar en tener hijos y criarlos junto a ella. Todo eso porque, en ese entonces, creía amarla de verdad. O, en general, creía amar de verdad.
De hecho, la última vez que se vieron él mismo se lo confesó, aunque no sonara honesto, aunque las cicunstancias no fueran las mejores, aunque se encontraba dolido, traicionado, y enojado, era una realidad, no mentía, ni tenía razón o motivos para hacerlo. Pero, por otro lado, a ella no le interesaba saberlo.
No lo extrañaba, no lo amaba, no lo recordaba con cariño, ni quería volver a verlo. Y, sabiendo que iba a morir por él, aún se lo dijo, porque ya no le tenía miedo, porque no tenía miedo a decirle la verdad.
Y se topó una verdad contra una "verdad".
-Yo nunca te amé. Yo te odiaba. -las palabras honestas sin empatía o dulzura eran crudas y dolorosas. Y la verdad pura que escuchaba en su timbre de voz, y veía en sus ojos plagados de desprecio, hizo a su corazón crujir. Ahora estando tan fracturado como su mente.
¿Entonces todo ese tiempo a su lado no significó nada? ¿Todo fue fingído y siempre estuvo mintiéndole? Porque, de ser así, sería injusto, pero, demasiado, muy demasiado, ¡horriblemente injusto!
Sus sentimientos y pensamientos se revolvieron y escandalizaron para ese punto, así como su cuerpo de metal, que también reaccionaba violentamente. E, Indagando mucho en su mente, pensando y formulando cosas, se imaginó a sí mismo erizándose como un gatito enojado. Pero, no enternecedor ni listo para una foto, sino que, muy, muy, muy, preparado para lo peor después de encontrarse con un perro, mirándose mutuamente, estando por pelear y/o huir del otro.
Y luego lo dejó de lado, y recordó algo más.
Cuando se encontró en medio de esas torturas y descuidadas pruebas dolorosas que por tanto tiempo pasó. Aquellas donde solía pensar en ella, donde, siempre que podía mínimamente concentrarse y ver personas con los ojos cerrados, soñando despierto, se aferraba a los recuerdos y a quienes conocía. Y le servía como un medio de consuelo, tanto como un apoyo, que le ayudaba a soportar su día a día, manteniendo su cordura, y manteniéndolo con vida, luchando constantemente contra su realidad desastrosa, donde debía aceptar que ya todos se habían olvidado de él.
Su equipo, sus fanáticos, sus conocidos, su familia, y, su país. Aunque, en ocasiones, lograba rozar el borde, casi dándose por vencido, sintiendo que no habían esperanzas de nada más que un encierro permanente por toda su larga vida. Y moría por dentro, y se quebraba de una vez, llenándose el alma de lágrimas, pero, no permitiendo que su dolor saliera al exterior.
