Incisivos

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La mañana era fría, un fuerte viento soplaba, un frío que congelaba los dientes.
Este es Will, un Dentista que poco a poco había ido perdiendo interés en su empleo, muchas veces pensaba en lo poco que le agradaba el hecho de trabajar y no tener nada mejor que hacer que reparar los dientes de los demás; en ocasiones mientras examinaba a sus pacientes sentía el deseo de asesinarlos mediante sus instrumentos, ¿pero cómo?... Si lo hacía iría a la cárcel, tal vez esto por fin le daría emoción a su vida, pero prefería no hacerlo. Por miedo...

En fin, Will como todos los días fue a su clínica. Independientemente de sus sentimientos, él era un excelente dentista, por esta razón tenía muchas visitas al día, era bastante conocido.

Recepcionista -Hola Will ¿Que tal amaneciste?

-No de muy buen humor Stacy, ya empecé mi día estando agotado

-¿Quieres que vaya a comprar un café o algo parecido?

-No es necesario, puedo con esto, es fácil ¡Haz que pasen los pacientes ya!

Stacy abre las puertas al público y entra el primer paciente

-Hola señor Thompson ¿que ocurre hoy?

-Bu-buenos días señorita, vengo a revisar que tal esta mi dentadura

-Si, pase ¿Lo recuerda? Última puerta a la izquierda ( ꈍᴗꈍ)

-Gracias, señorita, Dios la bendiga

El señor Thompson caminó hacia donde se le había indicado pero a mitad de camino se le olvidó que hacía en aquel pasillo, Will al ver esto se molestó, y salió del box aparentando simpatía ante los demás.

-Por aquí anciano ¡Ya es cuarta vez que vienes esta semana!! (Reclamó en un volumen bajo)

-La chica de hace un rato es linda, es alegre, simpática y muy servicial ¿Es tu novia?

-Ese es su trabajo viejo. Y no, no es mi novia...

Will y el señor Thompson entraron a la habitación

-Entonces ¿Que quieres hoy? -_-

-Quiero que revise como está mi dentadura, doctor

-Pues bueno, recuestece...

Mientras Will examinaba al señor Thompson este no dejaba de hablar y de contar anécdotas extrañas, Will estaba nervioso, otra vez estaba pensando en matar a su paciente.

Después que la sesión terminó Will acompañó hasta la salida a, como lo veían sus ojos, ese irritante ser. Esto era lo que vivía día a día el dentista

Luego de una mañana cansadora, comió su almuerzo y volvió nuevamente a su trabajo. Abrió las puertas una vez más y esperando al final del pasillo desde la distancia, ve a un chico muy apuesto, de aproximadamente 22 años y con una sonrisa perfecta entrar. Jamás lo había visto, era un nuevo paciente.

-Buenas tardes ¿Que necesitas? (Dijo Stacy)

-Tengo una caries y me gustaría poder solucionar esto

Stacy apuntó hacia la sala donde tenía que dirigirse y el joven avanzó hasta donde se le indicó , ya en tal lugar y recostado en el sillón estomatolólogico abrió su boca y dejó que Will introdujera sus instrumentos dentro...

Mientras Will observaba aquel orificio brillantemente perlado, se dio cuenta de que está persona no tenía absolutamente ningún tipo de problema, es más, eran los dientes más perfectos que jamás había visto *asombro* .

Por otro lado, esto enfureció a Will, ya que este paciente lo estaba haciendo perder su tiempo, al simplemente llevar su presencia y no un aparente problema.

Este enojo que sentía, de un momento para otro, cesó, al dirigir su mirada hacia el rostro de este joven y ver una expresión morbosa y de placer.

- ¡¿Que haces?! (Gritó Will sorprendido, rompiendo el labio del chico con una de sus herramientas)

Will pidió disculpas, mientras este tipo lo miraba con una sonrisa picara lamiendo la sangre de sus labios. Así el dentista quedando en una extraña tención que no había sentido desde su juventud.

Al cabo de unos largos segundos y recuperando su conciencia, Will limpió la herida de aquel Chico y procedió a llevarlo a la salida, temiendo por su reputación...

Ya de nuevo en casa Will seguía pensando en aquella rara expresión que vio durante el día, algo en ese paciente lo inquietaba (o tal vez le gustaba), él no estaba seguro de lo que sentía, estaba preocupado, preocupado por lo que podría decir el paciente sobre él. A lo largo de toda esa noche no pudo dormir ni por un solo segundo.

Cuando por fin sentía las ganas de dormir, cuando sus párpados ya casi habían caído, un sonido los levantó. Era otra vez el maldito despertador, quien le decía que fuese a sufrir un día más.

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⏰ Última actualización: Jul 07, 2023 ⏰

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