𝐒𝐎𝐌𝐍𝐎𝐏𝐇𝐈𝐋𝐈𝐀/𝐁𝐎𝐃𝐘 𝐖𝐎𝐑𝐒𝐇𝐈𝐏.

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𝙆𝙖𝙧𝙢𝙖𝙡𝙖𝙣𝙙 𝙑
𝙩𝙚𝙧𝙘𝙚𝙧𝙖 𝙮 𝙖𝙘𝙩𝙪𝙖𝙡 𝙨𝙚𝙢𝙖𝙣𝙖.

𝙌𝙪𝙖𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮 𝙨𝙚 𝙦𝙪𝙚𝙙𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 𝙚𝙣 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙇𝙪𝙯𝙪, 𝙘𝙤𝙣 𝙡𝙖 𝙚𝙭𝙘𝙪𝙨𝙖 𝙙𝙚 𝙣𝙤 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧 𝙞𝙧𝙨𝙚 𝙖 𝙨𝙪 𝙘𝙖𝙨𝙖 𝙥𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙮𝙖 𝙚𝙧𝙖 𝙙𝙚 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 𝙮 𝙝𝙖𝙗𝙞́𝙖𝙣 𝙢𝙪𝙘𝙝𝙤𝙨 “𝙥𝙞𝙩𝙗𝙪𝙡𝙡𝙨 𝙨𝙞𝙣 𝙘𝙤𝙧𝙧𝙚𝙖 𝙖𝙛𝙪𝙚𝙧𝙖”
𝙇𝙪𝙯𝙪 𝙣𝙤 𝙩𝙪𝙫𝙤 𝙢𝙖́𝙨 𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙚𝙙𝙚𝙧 𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙖𝙡𝙖𝙗𝙧𝙖𝙨 𝙙𝙚𝙡 𝙖𝙡𝙖𝙙𝙤, 𝙞𝙣𝙘𝙡𝙪𝙨𝙤 𝙨𝙖𝙡𝙞𝙤́ 𝙥𝙤𝙧 𝘾𝙖𝙡𝙖𝙢𝙖𝙧𝙙𝙤 𝙮 𝙡𝙤 𝙢𝙚𝙩𝙞𝙤́ 𝙖 𝙡𝙖 𝙘𝙖𝙨𝙖, 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙌𝙪𝙖𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮 𝙨𝙚 𝙨𝙞𝙣𝙩𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙢𝙖́𝙨 𝙘𝙤́𝙢𝙤𝙙𝙤 𝙘𝙤𝙣 𝙡𝙖 𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 𝙙𝙚 𝙖𝙦𝙪𝙚𝙡 𝙥𝙖𝙩𝙤.
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—Si quieres te acompaño.- El castaño estaba tratando de convencer al azabache de que se fuera a su casa, a ver. No es como que le molestará la presencia del híbrido, pero creía que lo mejor sería que este se fuera a su casa, ahí estaría mejor.

—No no no, aquí estoy bien Luzu.— Le dedicó una sonrisa al emo, mientras seguía jugando con Calamardo, se quedó en silencio por unos segundos. —¿Me estás corriendo o qué, cabrón?- Dejó de jugar con su "hijo" para prestarle atención al mayor, ahora él era el que estaba frunciendo el seño.

—No, no. Solo decía que quizás estarías mejor en tu casa, pero está bien Quackity. Puedes quedarte.- Se dirigió hacia la mesa de crafteo, para hacerle una cama a su acompañante, suponiendo que el no traía la suya en su inventario.

Quackity lo miró, sin decir nada. Dejó a Calamardo en el piso, procediendo a caminar hacía Luzu, poniéndole una mano en su hombro mientras esté seguía crafteando la cama.

El castaño sintió la respiración del híbrido muy cerca de su oreja, esto lo hizo ruborizarse, más no dijo nada, solo siguió en lo suyo.

—¿Cómo crees que voy a estar mejor yo solito en mi casa? Estoy mejor estando nosotros dos aquí solitos Luzu.- Una sonrisa burlona se formó en sus labios al terminar de decir aquellas palabras, esperando la reacción del más alto.

Como era de esperarse un sonrojo invadió el rostro del emo, soltó una risita, sin saber que decirle como respuesta, terminando de crearle la cama a Quackity, guardandola en su inventario.

—¿ Y si mejor compartimos cama, Luzu?- Sugirió, el azabache, ganándose un “No gracias” de parte del mayor.

El pelinegro hizo un puchero, el cual fue ignorado por el castaño, este se concentro más en poner la cama de su ahora nuevo compañero de cuarto a lado de la suya. No tardaría más de medio segundo antes de que Quacks soltará un comentario al respecto.

—Las camas están muy juntitas, ¿No crees?-Soltó una risa, viendo como el contrario se quitaba la capucha, a punto de quitarse la sudadera para por fin ir a dormir.

— Es que quiero estar muy cerca tuyo Quackity.- Dijo, más que haber sido una respuesta en modo de broma, había sido una verdad. Ah Luzu le gustaba estar cerca del menor, en todas las formas posibles, ya sea teniendo cercanía o teniendo contacto físico. Cualquiera de esa dos formas de "estar juntos" le encantaba.

Esta vez fue el de cicatriz el que se sonrojo, no solo al escuchar la respuesta de su amigo, si no al ver cómo este le guiñaba el ojo, quitándose la sudadera negra que siempre llevaba puesta.
Luzu solo soltó una pequeña risa, cayendo encima de las almohadas, sentir el algodón de estás era como estar en el paraíso en ese momento.

Quackity no se quedó atrás, se bajó el cierre de su suéter, quedando en playera interior, al igual que Luzu.

—Buenas noches, Quacks- Habló el castaño, quitando las dos velas que en eso entonces iluminaban la habitación, quedando un leve reflejo de luz dónde estaba la entrada, lo demás quedó en un negro profundo.

El de ojos carmesí se volvió hacia el chico pato.

—¿Quacks?- preguntó, obteniendo un ronquido como respuesta. El azabache no tenía más de dos minutos en haberse acostado y ya estaba profundamente dormido, el chico que tenía al lado de él sonrió, contemplando la figura del menor bajo la tenue luz que habitaba aquel cuarto en esos momentos.

Se veía hermoso, al igual que siempre, aún teniendo el cabello despeinado, baba cayendo por su barbilla y sus alas levemente heridas.

Quackity siempre iba ser un ser de hermosura desde la vista de Luzu, un ser al que tenía que proteger de todo mal que rondara en ese pueblo, cueste lo que cueste.

Se levantó de su cama, sentandose en la del chico de alas amarillas, acariciando suavemente su cabello, notando cómo este estaba cubierto por polvo, polvo proveniente de las minas típicas en karmaland.

Pasó su mano por sus mejillas, dedicándole una de muchas sonrisas.

Su mirada se dirigió hacia su abdomen, viendo la figura delgada que esté poseía, ah pesar de ser un chico poseía un poco de cintura, más no poseía ni un poco de músculo, a excepción de su abdomen, que estaba levemente marcado.
Sus pezones resaltaban a través de la fina playera que esté poseía, Luzu dirigió la mano hacia esa zona, tocando uno de estos.

Un sonrojo eminente volvió aparecer en su rostro por tercera vez en aquella noche, ver de "esa forma" tan detallada a Quackity lo hacía sentir de varias maneras, rápidamente apartó su mano del pezón del menor, volviendo a acostarse en su cama, cubriéndose el rostro con sus manos ante la vergüenza de la situación.

De la situación que había pasado hace unos momentos con Quackity y de la ahora situación que tenía entre sus piernas.

Trató de calmarse, ver el techo, pensar que no había problema con lo que había hecho, más sin embargo nada  ayudaba, algunas imágenes mentales subidas de tono del chico pato hacian presentes en la mente del ojos rubí.

Soltó un suspiro, dejándole de prestar atención a su entorno y prestándole atención ahora a la gran erección que tenía en su entrepierna, llevando su mano hacia está con timidez. Soltando un quejido ante el más mínimo rosé, cubriendo con una mano su boca para evitar que más sonidos así fuesen escuchados por el alado.

Bajó la cremallera de su pantalón, sacando su dura erección de ahí, pasando su mano varias veces por el falo de esta a través del boxer. Forzando aún más el intento de no soltar más quejidos que pudieran ser escuchados por el azabache. Bajó un poco su boxer, dejando libre su miembro, sin nada más que perder comenzó a mover su mano de arriba a abajo en un suave vaivén.

Miró al chico dormido a su lado, si él estuviera viéndolo probablemente lo vería muy incómodo o tal vez desepcionado ahora mismo. De todos modos, en algún lugar de su mente seguía preguntadose si en el fondo, muy muy en el fondo esto estaba aunque sea lejos de poder estar bien.

Llegó a su límite ensuciando su mano, dejando escapar un pequeño gemido por el cual rogaba que Quackity no hubiera escuchado. Miró nuevamente al azabache, diciéndole "perdón" mentalmente. Solo cogió su sabana, enredandose en ella para quedarse dormido.
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𝘼 𝙢𝙤𝙣𝙩𝙝 𝙤𝙛 𝙛𝙚𝙩𝙞𝙨𝙝. 𝙇𝙪𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮 / 𝙍𝙪𝙗𝙘𝙠𝙞𝙩𝙮 ‼️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora