➪ Dia 1

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Había pasado muy poco tiempo desde su -curiosa- llegada a aquel pueblo, o al menos eso es lo que quería creer pues con el pasar de los días las memorias de su vida anterior no hacía más que volverse más y más difusa, incluso llegando a pensar en más de una ocasión que aquella extraña batalla contra un Arcángel no habría sido más que un extraño sueño. Claro, de no haber sido porque otros aventureros del pueblo también recuerdan haber librado aquella pelea y haber pedido la vida en el proceso.

Ahora estando acostado boca arriba sobre su cómoda cama y observando el techo como si fuera lo más interesante del mundo se preguntaba cómo había llegado a aquella situación

En realidad no había tenido demasiado tiempo para detenerse y pensar en aquello, después que aquel ovni se estrellara en el pueblo y destruyera gran parte de este había estado muy ocupado reuniendo materiales para ayudar a la reconstrucción. Eso sin mencionar que había estado trabajando para terminar su propia casa, cuidar de sus cultivos y juntar algunos animales para criar. Y claro, conocer -nuevamente- a las personas que también habitaban aquel sitio, unas más simpáticas que otras.

Definitivamente había estado ocupado en lograr un progreso con rapidez, aún cuando esto requería estar en movimiento desde que los primeros rayos de sol se asomaban por su ventana hasta que la oscuridad cubría el pueblo con su manto.

Quizá fue esa la razón por la que no le había dado demasiada importancia al cansancio que se había hecho presente en su cuerpo desde hace algunos días, después de jornadas tan extensas de trabajo era lógico que su cuerpo le exigiera un descanso.

Sin embargo, a pesar de haber reducido el ritmo de trabajo una vez que su casa estuvo terminada notó como el cansancio no parecía desaparecer, si no todo lo contrario. Por las mañanas le costaba levantarse de la cama, aún cuando el sol ya estuviese en su punto más alto y los pájaros hubieran salido a cantar desde hace varias horas. .

Dejando que su cabeza descansara hacia un costado, su mirada de plantó en aquel pequeño altar, donde un cuenco con una pequeña ofrenda junto a un poco de su sangre descansaba sobre la piedra trabajada, esperando por una respuesta venida de Los Dioses sobre que era lo que aquejaba al castaño.

Debido a la ola de cansancio que había recaído sobte su cuerpo y que se negaba a dejarle hacer sus actividades rutinarias había tomado la decisión de pedir ayuda a los dioses, ofreciendo un poco de su sangre a cambio del conocimiento sobre lo que le sucedía. Tan sólo esperaba que aquello -sea lo que fuere- fuera temporal, pues deseaba continuar con sus misones lo antes posible.

Inconscientemente sus manos se entrelazaron entre si, descansando suavemente sobre su plano vientre mientras aquellos fragmentos de su día pasaban por su mente. No tardando mucho en que el cansancio le cobrará factura a su cuerpo haciendo que ante la mínima relajación su respiración se relentizara y sus mirada se perdiera en alguna esquina de la habitación antes que sus párpados cayeran, dejando que Luzu se sumiera en un profundo sueño en los brazos de Morfeo.

Algunas horas más tarde sus ojos se abrieron con sorpresa y su cuerpo se irguió de golpe al despertar de su sueño de manera abrupta, un par de rubíes brillaron en medio de la oscuridad de su habitación inspeccionandola a detalle. Se levantó con cuidado, dejando que la calidez de sus pies descalzos chocará con el frío de la madera fel suelo que crujía debajo de él.

Era ya entrada la noche pues alcanzaba a ver el cielo adornado bellamente por el brillo de una luna llena y las estrellas desde su ventana mientras escuchábamos a los monstruos y otros mobs hostiles andar a sus anchas en el exterior.

De acercó al pequeño altar notando como el cuenco con su ofrenda había desaparecido, dejando en su lugar una pequeña estatuilla hecha de terracota, siendo apenas un poco más grande que los tótems de la inmortalidad. Esta representaba una matrona sosteniendo una copa en la mano derecha y con una lanza descansando en la izquierda.

Junto a esta había un pequeño trozo de pergamino enrollado que el de ojos carmín no dudo en tomar y abrir para conocer su contenido

Dentro del mismo solo pudo encontrar un pequeño mensaje escrito a tinta con una caligrafía tan clara y precisa que le resultaba abrumadoramente familiar a pesar de no conocer a nadie con una habilidad para la caligrafía similar.

" 𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹ℴ 𝒶𝓉ℴ𝓇𝓂ℯ𝓃𝓉𝒶𝒹𝒶 𝓅ℴ𝓇 𝓁ℴ𝓈 𝒹ℴ𝓁ℴ𝓇ℯ𝓈 𝒹ℯ𝓁 𝓅𝒶𝓇𝓉ℴ, 𝒹ℴ𝓁ℴ𝓇𝒾𝒹𝒶 𝓎 𝒶𝓃ℊ𝓊𝓈𝓉𝒾𝒶𝒹𝒶
𝓉ℯ 𝒾𝓃𝓋ℴ𝒸𝒶𝓂ℴ𝓈,
𝓅𝒶𝓇𝒶 ℯ𝓁 𝓈ℯℊ𝓊𝓇ℴ 𝒹ℯ𝓈𝒸𝒶𝓃𝓈ℴ 𝒹ℯ𝓁 𝒶𝓁𝓂𝒶;
𝓅𝓊ℯ𝓈 𝓈ℴ́𝓁ℴ 𝓉𝓊́, ℐ𝓁𝒾𝓉𝒾́𝒶,
𝓅𝓊ℯ𝒹ℯ𝓈 𝒶𝓁𝒾𝓋𝒾𝒶𝓇 ℯ𝓁 𝒹ℴ𝓁ℴ𝓇 𝓆𝓊ℯ 𝒾𝓃𝓉ℯ𝓃𝓉𝒶𝓂ℴ𝓈 𝒶𝓁𝒾𝓋𝒾𝒶𝓇,
𝓅ℯ𝓇ℴ ℯ𝓃 𝓋𝒶𝓃ℴ.
𝒜𝓇𝓉ℯ𝓂𝒾𝓈𝒶 ℐ𝓁𝒾𝓉𝒾́𝒶, 𝓋ℯ𝓃ℯ𝓇𝒶𝒷𝓁ℯ 𝓅ℴ𝒹ℯ𝓇,
𝓆𝓊ℯ 𝓉𝓇𝒶𝒿𝒾𝓈𝓉ℯ 𝒶𝓁𝒾𝓋𝒾ℴ ℯ𝓃 𝓁𝒶 ℯ𝓈𝓅𝒶𝓃𝓉ℴ𝓈𝒶 𝒽ℴ𝓇𝒶 𝒹ℯ𝓁 𝓅𝒶𝓇𝓉ℴ. "

¿Qué clase de broma es esta? - pensó en voz alta dejando el pergamino de lado y tomando la estatuilla en sus manos, notando como en la parte inferior se podía leer una pequeña inscripción "Ilitía, hija de Zeus y Hera"

Pero ¿qué cojo... -


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1: PRUEBA DE EMBARAZO ☑️

𓏲 𝚈𝚘𝚞𝚛 𝚊𝚛𝚎 𝚕𝚘𝚟𝚎𝚍 ¦¦ ˡᵘᶜᵏⁱᵗʸDonde viven las historias. Descúbrelo ahora