Si la vejez pudiera. Si la juventud supiera.
Día presente 16/08/2140
A la mañana siguiente, desperté alrededor de las 9:00 am. Mis padres me dejaron una nota que decía que habían salido de la ciudad por unos asuntos de la empresa; solo estaba la casa para mí y para mi tío. Bueno, eso era lo que pensaba hasta que me levante y fui a buscar a Isaac pero él tampoco estaba así que hice lo que tenía que hacer. De pronto alguien tocó la puerta principal de la casa.
Mi abuelo llegó temprano para un entrenamiento; era un tipo bastante flojo pero creo que sabía muy bien la situación en la que estábamos. Era un acosador con las chicas aunque le servían de motivación para seguir haciendo cosas a su edad. De joven fue una persona muy fuerte y es conocedor de grandes secretos sobre el Innato. Su nombre es Clarck.
-Hola abuelo, llegas temprano –Lo recibí con una sonrisa.
-Mi nieto, Alexander. Hace tiempo que no te veía ah pasado un buen rato ¡qué grande te has puesto! –Mi abuelo puso sus brazos sobre los míos mirando hacia arriba ya que él estaba más pequeño que yo.
-Sí, ¡solo hace 5 días que no nos vemos abuelo! Mjm.
-Pero para un anciano como yo el tiempo pasa tan despacio que parecen años chico. Bueno, olvida estas cosas y vamos a lo importante. Cuéntame con detalle que es lo que pasa acerca de esas persecuciones Señor Rockfeller. –Mi abuelo se dirigió a la cocina y sacó algo de cereal para comerlo.
-¡Oye chico prepara el desayuno nos caería bien antes de entrenar!
-¡Oye! ¡Viejo! ¡Estás en perfectas condiciones para prepararte algo tu solo! ¿No llenas con el cereal que te estás comiendo?' ¡Además yo ya desayune! –Dije molesto.
-¡Los voy a entrenar por varios días! ¡Es lo mínimo que tu abuelo se merece! ¡Ah estos chicos tan rebeldes de hoy! –Dijo mi abuelo enojado mientras agitaba su puño.
-Okay, okay. Hare unos huevos estrellados y te contare a fondo. –Tome un sartén y saque lo necesario del refrigerador. Comencé a cocinar y a contarle todo.
-¿Así que eso es lo que pasa?' Bueno, te seré sincero. No es la primera vez en años que el Innato se encuentra en peligro pero es la primera vez que nos enfrentamos a algo de este tipo. –Clarck suspiró. –Mira, les enseñare nuevas técnicas, todo lo que necesiten saber. Por ahora desayunemos.
-¿Qué dices abuelo?' Me has confundido más. –Dije poniendo mis manos sobre mi cabeza desesperado.
Terminamos de desayunar y llamé a los demás chicos; ellos llegaron 15 minutos más tarde y así mi abuelo dio comienzo a su entrenamiento.
Nos encontrábamos en el patio trasero. Por fin estábamos todos juntos y una leve carga de tensión se sentía en el aire. No podíamos ocultar que no estábamos tranquilos del todo; excepto Draiko el se mostraba tan tranquilo como siempre. De repente mi abuelo comenzó a caminar entre nosotros y tras algunos pasos se quedó parado en el medio, cruzó los brazos y dijo:
-Chicos, se cómo se sienten. Cuando llegué hablé de esto con Alexander. Tienen un gran don, un gran poder... -De pronto Isabel interrumpió a mi abuelo
-Abuelo Clark, creo que todos los que estamos aquí lo sabemos. Somos la generación del Innato más fuerte y creo que desde pequeños nos prepararon para esto, para salvar al mundo y liberarlo. Para eso está Alexander aquí y no nos podemos permitir morir.
