Bakugo es un chico lindo y él lo sabe, muchas chicas han pasado por su cama y tiene una colección de corazones rotos que de cierta manera lo enorgullecen.Ha visto pechos grandes, pechos medianos y pechos pequeños, ha visto chicas con curvas y chicas sin una sola curvatura, piernas largas, cabello largo o corto, todo era lo mismo, ya nada lo tenía cautivado.
No niega que de cierta forma quiere sentar cabeza en una buena relación pero realmente no hay ninguna chica que pueda cumplir con sus expectativas, ha probado tanto que a veces seriamente se pregunta si habrá alguien tan maravillosa que pueda estar a su altura, claro, no hay que negar que este chico tiene mucho orgullo y autoconfianza, tal vez demasiado ego.
Como todos los fines de semana decide ir a un antro que está en el centro de la ciudad, es exclusivo, "Como te ven te tratarán" básicamente es la descripción de todos los antros, pero este en especial tiene tanto apego a esta regla que si tu camisa tiene una pequeña mancha te echan de inmediato, es exclusivo pues solo la gente más linda puede pasar, algo sumamente superficial, claro, pero quién en su vida no lo ha sido, además, de que te sirve vivir si no eres atractivo. Al menos eso último es el pensamiento de Bakugo, por algo está tan obsesionado con su físico.
Está acostumbrado que al entrar todas las chicas le miren o caigan rendidas a sus pies, "aburrido" pensaba Bakugo.
Al entrar al antro una chica se atrevió a acercarse a él, Bakugo no niega que le encanta recibir atención de las chicas, es increíble las formas en las que empiezan el coqueteo, un poco de roce por ahí, acercarse demás, risas descontroladas, sonrojos, toques de dedos, caricias en el cabello. Lo conocía como la palma de su mano, en cierta forma le encantaba ver aquellos gestos, era como una programación involuntaria, la chica era linda por lo que sacó a relucir su personalidad coqueta.
-¿Así que no eres de por aquí? -pregunta Bakugo.
-No, claro que no, vengo de viaje a buscar nuevas experiencias, ya sabes, me he cansado de Rusia, tal vez aquí los japoneses no sean tan aburridos como allá, ¿sabes? -contesta la joven mientras pasa su mano suavemente sobre la chaqueta de Bakugo. En señal de querer algo más.
-¡Ahhhh! lo entiendo perfectamente, yo también me he cansado de buscar algo por aquí, tal vez tengamos una agradable noche. -contesta con una sonrisa coqueta
-Eso espero, ¿cómo dijiste que te llamabas?
-¿A caso eso importa? -pregunta Bakugo
-Bueno, me encantaría poder darle un nombre a esa cara tan linda que tienes.
-Entonces llámame Bakugo -responde acercándose más a ella.
Luego de un rato de estar sentados en la mesa pidieron unas copas para pasarla mejor, un mojito para la rusa y un whisky para Bakugo.
Esta chica no era el tipo de Bakugo, era rubia y de ojos azules pero el buscaba bellezas menos hegemónicas, claro, la chica era linda, pero quién no ha visto ya una rubia de ojos azules, cejas curvas, labios pomposos y pómulos marcados, estaba describiendo a la mayoría de actrices hollywoodenses, Bakugo siempre pensó que la verdadera belleza era aquella que entre todas las hegemónicas siempre resaltaba, que tenía un algo que nadie podía replicar, que tenían rasgos únicos, a esas bellezas hay que alabarlas pues destacan de entre las otras, a pesar de todo aquello, ¿Quién carajo iba a rechazar estar con una rusa?
Con el paso del tiempo la rusa iba aburriendo más a Bakugo, no dejaba de parlotear sobre su prima qué le quitó el novio y tampoco sobre el último escándalo entre el famoso tal.
Rendido y apunto de irse vislumbró la figura de una chica, no cualquiera, a su parecer era la chica más hermosa que han visto sus ojos, aquella chica estaba sentada en la barra, con una buena postura, su cuerpo era tan fino y delgado que parecía de porcelana por lo pálida que era su piel, daba la ilusión que con una sola ventisca se quebraría en mil pedazos. Pero lo que más resaltaba en ella eran esos rasgos tan únicos, el cabello corto, lacio, color rojo y blanco, partidos perfectamente a la mitad, aquella cicatriz que rodeaba su ojo que la hacía más atractiva y esos ojos de colores diferentes que no creía que fueran verdaderos, además su gusto en la moda era exquisito según Bakugo, llevaba una camiseta de tirantes, acompañada de un blazer en los hombros y un lindo pantalón de vestir, todo color negro, sin embargo el lindo reloj era todo lo que necesitaba para complementarlo, el accesorio final era la belleza de aquella dama.
Hace ya un rato Bakugo había abandonado a aquella chica Rusa con la que pretendía pasar la noche y se concentró en su nuevo objetivo, la belleza mitad y mitad. Bakugo tomó asiento a lado de ella y comenzó su caza.
-Oh, buenas noches -dice Bakugo.
-Hola -contesta Todoroki sin tomar mucha atención a lo sucedido.
Algo que aunque Bakugo no admite, logró molestarlo un poco.-Veo que no estás acostumbrada a estos lugares, eres la única sentada y vistes formal.
- ¿Única? ¿Acostumbrada? -Todoroki soltó una pequeña risa y decidió seguir la corriente. -Iba a ir a un club de jazz pero al parecer mis planes cambiaron sin previo aviso.
-¿Y no quieres que cambien otra vez? -dice Bakugo de forma juguetona acercándose un poco más a Todoroki.
Todoroki mira a Bakugo con incredulidad, no era la primera ves que lo confundían con una mujer, pero nunca le habían ofrecido tener sexo al minuto de haberse conocido. -¿Para que en la mañana despierte con resaca, desnuda, y a lado de mi no haya nadie? -Dice Todoroki. -Pues realmente no me encantaría eso, menos con alguien que apenas conozco y que hace unos minutos estaba jugando con otra chica de la misma forma en la que lo hace conmigo. Así que mi respuesta es no. ¿Alguna otra propuesta indebida que quiera decirme?
Bakugo se quedó sin saber que hacer realmente nadie lo había rechazado, y mucho menos de una forma tan directa. -Sabes, me gustas mucho, me encantaría poder estar contigo.
-Que directo, entonces soy carne fresca aquí ¿no?-dice Todoroki en tono de burla.
-Lo has captado, en los 2 minutos que llevamos de conversación ya 10 hombres te han mirado-responde Bakugo -Desearía ser el afortunado que pueda probarte.
Todoroki soltó una risita-Te doy un consejo... amm, cómo dices que te llamas.
-Katsuki, dime Katsuki-contesta Bakugo mientras pasa su dedo índice en la barbilla de Todoroki.
-Katsuki, eres un chico lindo así que te diré un buen consejito, investiga más a las chicas con las que sales, algunas pueden darte una graaaan sorpresa. -dice susurrando en la oreja de Bakugo mientras se para del asiento. -Has visto la hora, tengo que irme, hasta nunca Kats.
Sin más Todoroki se marchó
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Cute Peach 《¡Bakutodo!》
FanfictionDonde Bakugo piensa que Todoroki es una mujer. . ⚠️ADAPTACIÓN: "Dulce Trampa"