Capítulo 1

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Iba paseando por el pasillo de mi colegio hasta que sonase la campana, todos estaban corriendo de un lado para otro como si estuviesen jugando al pilla pilla, el ambiente era muy cálido como si estuviesen las estufas encendidas o como si tuviese el sol encima.

Un chico me dió un empujón el tenía tanta prisa que se calló delante mía, se levantó y siguió su camino; es hay cuando me di cuenta de que nadie estaba en el pasillo ¡Ya había sonado la campana! ¡Llegaba tarde a clases!

Al entrar a la clase un grupo de chicos muy altos rodeaban a un niño que estaba gritado para que no le hiciesen daño no quería meterme pero vi como estaba en el suelo tirado, con la nariz ensangrentada y el ojo morado.
Aproveché cuando el grupo de chicos se fuese para ayudarlo, el estaba sentado con los brazos cruzados y la cabeza agachada parecía que se quería tapar las heridas que le habían hecho.
Me acerqué a el y le vi llorando como un niño de 3 años nunca me había preocupado tanto por una persona que no conocía, me daba muchas vibras de ser buena persona.

-Oye, ¿estás bien?. Pregunté con cara de preocupación.
-¡No me haga daño! Respondió el directamente.
-No te voy a hacer daño además no mataría ni a una mosca.
Extendí el brazo para ayudarle y el me agarró la mano con miedo pero igualmente se levantó.
Le miré con cara de pena y a el le salió una lágrima del ojo así que le abracé fuerte y le susurré al oído:
-Quiero ser tu amiga pero con una condición...prométeme que siempre estaremos juntos en las buenas y en las malas...Ahora eres mi único amigo y no te quiero perder...
El se sorprendió al saber que alguien en su vida quiere ser su amigo y con voz tímida dijo:
-Prometido...

A diario Moha pasaba el rato conmigo siempre nos reíamos y nos lo pasabamos bien juntos, dibujabamos dinosaurios en las paredes de la clase sin que la profesora se diese cuenta a los dos nos apasionaban hasta inventamos un nuevo animal: "ratonsaurio".
Literalmente estabamos fatal de la cabeza pero igualmente nos lo pasabamos genial...
nunca se iba la vibra que sentía el primer día que le vi. ¿Eso era malo o bueno...?. Pensé.

Un día Mohammed me estaba esperando en la puerta del colegio ¿querrá algo? ya ningún niño se le acercaba para molestarle solo le insultaban igual que lo hacían conmigo pero no nos importaba.

-¡Hola Carla! ¿Qué tal estás?
-Hola...¿hay alguna novedad? te veo más feliz que nunca.
-Me di cuenta que tengo a la mejor persona a mi lado, en una en la que puedo confiar siempre y en la que estoy a diario orgulloso de ella por ser tan increíble...Dijo con una leve sonrísa.
-¡Hay no digas eso que me sonrojo!
Daba gracias por tenerle como mi amigo...o mejor dicho mi mejor amigo aunque era el único que tenía pero...¿porqué le hacían bullyng? esa pregunta nunca se me quitó de la cabeza pero no se lo quería preguntar ya que pensaba que era incómodo para el.

Eres Suficiente Digas Lo Que Digas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora