Zoe y Elías parecían tener el matrimonio perfecto, unidos por el amor y bendecidos con dos hijos preadolescentes. Pero bajo la aparente calma, una tormenta de desafíos maritales se avecinaba, amenazando con desgarrar el tejido de su familia. Mientra...
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El peso que sentía Zoe en su pecho era inmenso, tanto dolor que sentía que moriría. Quedó sentada en la cama mientras que veía la ancha espalda su esposo sin querer encararla. Tenía tantas cosas que decirle, pero prefería guardarlos para otro momento.
A pesar de estar harta de tanta pelea; decide dejarlo todo en manos de Dios. Aún así, era doloroso el proceso y no pudo evitar sufrir por aquello que Elías le estaba haciendo.
Un par de lágrimas sale de sus ojos. Permanece sentada sintiendo la soledad de la noche. Observa la habitación a través de la poca luz que había. A causa de la poca luz, le salvaban, ya que no sería sorprendida llorando.
En eso, para querer soltar todo ese dolor se levanta de la cama y sale de la habitación para bajar al primer piso e ir a la sala de estar; donde se encontraba su piano.
Sabía que nadie se levantaría si lo tocaba, ya que había aire acondicionado en cada habitación y todos dormían profundamente; eso ella creía. Se sienta en el taburete del piano para observar por varios segundos en la oscuridad los teclados.
Mientras que sus lágrimas bajaban como cascada es ahí que se desborda entre lágrimas que bajaban hasta llegar a las teclas.
Zoe no podía soportar más el dolor que sentía.
"El amor duele.", se dijo a si misma, entendiendo que ese era el precio de amar.
Por otro lado mientras que Zoe estaba abajo, estaba Elías despierto; que se había percatado de que su esposa no estaba en la cama ya que la había visto salir de la habitación.
En eso queda sentado, mientras con dificulta escucha el sonido del piano en el primer piso.
Sabía que Zoe no estaba bien, pero no podía entender el porqué.
Así que sin dudarlo más se levanta de su cama, y sale de su habitación.
Al salir se escucha a fondo una leve melodía que Zoe tocaba.
Lo que parecía ser que su esposa no tenía sueño.
En el momento en que llega al primer piso, con cautela va a la sala de estar y mirándola desde lo lejos la observa.
Podía ver poco por la leve luz que había en la sala. Lo que al escuchar leves los leves sollozos de su esposa se conmovió pero no entendía que esta lloraba.
Sin embargo, Zoe estaba muy afligida.
Elías toma pasos hacia ella pero se mantiene quieto al momento que le escucha cantar. Al escuchar cada palabra cantada de mujer que estaba en el piano lo dejo estupefacto. Pues, la canción que salía de ella estaba llena de dolor y angustia.
»Solías decirme que me amabas, ¿y qué sucedió? ¿Qué sucedió? ¿De dónde viene todo esto? ¿Qué sucedió? Cariño, ¿en qué nos hemos convertido? ¿Qué sucedió? Nunca nos acostábamos enojados, pero, es todo lo que hacemos últimamente. Y te alejas como si me odiaras. ¿Me odias? ¿Me odias?
