Zoe y Elías parecían tener el matrimonio perfecto, unidos por el amor y bendecidos con dos hijos preadolescentes. Pero bajo la aparente calma, una tormenta de desafíos maritales se avecinaba, amenazando con desgarrar el tejido de su familia. Mientra...
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La mente de Elías estaba echa en un caos, ¿y cómo no? Si había dejado a Zoe de la misma forma o peor de la que él estaba.
Aún así no se daba cuenta del daño que le estaba haciendo a la mujer que tanto amaba. No se daba cuenta de la irreparable herida que le estaba causando si no se enfocaba en lo que en realidad era importante.
Mientras que pensaba en ella, recordaba como la noche pasada se abrió an ella; mostrando sus sentimientos de amor dejando a un lado el enojo y la decepción que había en su corazón. Sin embargo, cuando la tuvo en sus brazos no le dio importancia aquellos sentimientos; pues, había recordado a la mujer de su juventud.
Por otro lado, al despertar había vuelto el resentimiento en su corazón. La amargura y el odio le consumía por dentro y no lo quería dejar ir pues, su resentimiento era tal; que lo cegaba.
Había una voz en su interior le gritaba que regresara a Dios; ya que Él era el único que no iba a decepcionar. Sin embargo, quería ignorarlo ya que sentía que todo lo que estaba viviendo era injusto y pensaba que toda la culpa la tenía Dios.
En el momento que se encontraba en la junta de su empresa discutiendo las innovaciones de la compañía; su mente divagaba mientras que su compañero; el Director Ejecutivo daba la presentación.
Elías sin reaccionar, golpeaba levemente la punta de su pluma que marcaba leves puntos en el papel por lo que reaccionando, mira a su lado, donde estaba su padre prestando toda la atención a aquel hombre que estaba delante de todos los de la junta; mientras que por el otro lado estaba la cínica de asistente administrativa del presidente Beltrán; mirando hacia la dirección de Elías.
En eso, Elías desvía su mirada y la halla viéndole con una mirada coqueta.
Elías no entendía lo que esa mujer buscaba con él; porque si era lo que este pensaba, ella estaría perdiendo su tiempo.
En eso, su padre le vio y luego miró a Stephanie que la halló mirando a su hijo y malinterpretando la situación; con cierto enojo dio un golpe en la mesa para llamar la atención de todos los que estaban presente. Sin embargo, Elías no le vio y miró a otro lado ya que sentía repudio al ver a su progenitor.
