Zoe y Elías parecían tener el matrimonio perfecto, unidos por el amor y bendecidos con dos hijos preadolescentes. Pero bajo la aparente calma, una tormenta de desafíos maritales se avecinaba, amenazando con desgarrar el tejido de su familia. Mientra...
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Justo en el momento en el que Elías se estaba "sintiendo bien".
Justo cuando pensaba que emocionalmente estaba estable (aún cuando eso era lo que él pensaba).
La realidad de todo era que su vida emocional subía y bajaba como una montaña rusa.
En el momento que pensaba que finalmente tendría un nuevo comienzo en un nuevo empleo, todo había resultado ser un completo fiasco.
Se sentía herido.
Se sentía decepcionado.
Al ir manejando en su auto, iba sobrepasando los límites de velocidad y entre lágrimas en sus ojos golpeaba el volante. Le marcaba de manera insistente a una persona y al ver que no contestaba su ira más y más aumentaba.
No sabía hacia dónde ir, pero mientras manejaba miles de pensamientos pasaban por su mente. No tenía su mente clara, de hecho, tenía miles de pensamientos distorsionados que para su vida eran verdaderamente destructivos.
Llama a esa persona que había destruido su vida una vez más. Aquella persona que se había encargado de destruir la oportunidad de que este creciera como persona en el ámbito laboral, como también en su vida emocional.
Elías sentía que todo era sumamente abrumador para él y no podía soportar toda esta situación sólo.
El estrés y la duda nublaban su vista. La inseguridad y el miedo lo estaban destruyendo por dentro. No sabía si algún día sería lo suficiente o viviría de aquella manera miserable en la que sentía que estaba viviendo. Es decir, no era un buen marido, no era un buen padre y no era un buen hombre.
Se sentía tan inútil que ni siquiera podía conseguir un trabajo por sí mismo y en el momento que lo conseguía su propio progenitor lo saboteaba para que le cerrasen las puertas en la cara.
Sus lágrimas no paraban de salir de sus ojos azules.
La ira lo estaba consumiendo y sabía que a causa de su ira había destruido lo más preciado para él.
