El coleccionista de piedras

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Cierto día un hombre vio brillar un diamante junto a las piedras que un niño coleccionaba. Con sus ojos fijos en la piedra preciosa le dijo al pequeño.

─Hola amiguito, ¿me regalarías una de tus piedras?

Y el niño muy serio respondió.

─Sí, sólo debes probarme que las amas a todas por igual.

─¡Pero claro que las amo!, ¡las beso si quieres!, la protegería con mi vida de ser necesario.

El niño sonrió y dijo.

─Muy bien, entonces una de mis piedras que he coleccionado por mucho tiempo, se irá contigo y seré feliz por ello.

El niño tomó una piedra muy bonita y se la entregó diciendo.

─Toma, cuídala mucho.

─No, pero ¡déjame escoger!... hay otra que amaría más.

─¡Oh!... lo siento por ti, eres un hombre muy triste, eso no es amor... si sientes preferencia, es codicia.

MICROCUENTOS Valart LenagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora