c i n c o

1 0 0
                                    

5:30 la alarma sonó. El chico de cabellos negros se levantó con bastante cuidado para no despertar a su hermanita, bajo las escaleras hasta la cocina para preparar tanto el desayuno como la comida para su hermana.

6:20 Charlotte bajaba las escaleras ya con su uniforme puesto, tria un suéter color café claro y medias altas color blanco, mismas que ocultaban los moretones y para ocultar el enrojecimiento de su cuello se puso una gargantilla blanca que lo cubría, tomo asiento y miro pacientemente a su hermano

-puedes...acompañarme a la escuela hoy?, Se supone que iría con shabiri pero ella ya está haya...siempre va muy temprano, a veces molesta -
No pudo evitar soltar una leve risa al recordar el primer día cuando sin conocerla la vio muy temprano parada en la puerta de la escuela

-me gustaría acompañarte pero...esta vez no puedo, mi maestra me pidió ayuda con unos documentos y debo cumplir...-
Sonrió levemente mientras acercaba el plato con el desayuno

-entiendo, está bien...otro día entonces...por qué siempre haces caras en mi desayuno? Y por qué un payaso?-
Con su tenedor señaló el plato de comida

Ambos rieron y tomaron el desayuno, su hermano la despidió desde la puerta para luego ella irse a la escuela, mientras caminaba miraba el cielo azul era lindo, se veía a sus ojos un lugar lleno de paz y bastante lejano para ella. A cada paso que daba más pesado se hacía para ella pues la gente que pasaba con frecuencia la miraba mal e incluso algunos la empujaban con fuerza, finalmente logro llegar a su escuela y encontrarse con shabiri, misma la cual saludo alegremente

-por que usas suéter hoy?, Hace calor...eres rara jeje, me agradas mucho-
Mientras reía abrazo con fuerza a Charlotte provocando en la misma un quejido suave de dolor

-s...solo se me hizo lindo, no te parece?-
Trato de hablar con normalidad pues los golpes le dolían

-pue si, tu te ves aún más linda con ese lindo suéter y los lindos listones en tu cabello -
Se alejo un poco y con su dedo índice tocó de forma juguetona la nariz de Charlotte

7:15 la entrada a las aulas ya era anunciada por el sonar del timbre de la escuela, al entrar Charlotte al salón se sorprendió de no ver las malas palabras en su escritorio, sonrió suavemente pensando que finalmente se habían aburrido, tomo asiento mientras esa sonrisa se mantenía en su rostro, shabiri igual sonrió con ella, ambas estaban tan felices por ese logro hasta que en el compartimento del escritorio, al momento en el que Charlotte metió su mano para acomodar sus libros, sintió ese familiar roce de una cuchilla, asomo su mirada por aquel compartimento y rápidamente esa leve sonrisa desapareció, estaba todo lleno de cuchillas y su mano estaba sangrando, por la yema de sus dedos y los lados de su mano, sin más retiro su mano, sin intercambiar palabra salió para limpiarse la sangre.

En el baño Charlotte se encontraba limpiando la sangre cuando repentinamente escucho por detrás de ella el azote de una puerta, muy temerosa alzó la mirada y por el reflejo del espejo pudo ver a una chica de cabellos castaños largos atados en una coleta alta, en seguida bajo la mirada y trato de salir del lugar más sin embargo la chica la jalo del cabello

-me repugna tu maldita existencia...por qué no te matas de una vez por todas?-
La empujó con bastante fuerza contra la pared antes de salir

-lo he intentado....-
Murmuró para si

Al volver al salón saco de su bulto un paquete de curitas y se las coloco con cuidado en la mano, ciertamente no eran cortes tan profundos pero aún así le ardían un poco, shabiri igual tenía algunos cortes en sus manos por lo que Charlotte sin preguntar coloco curitas en sus manos y le sonrió de forma amable

-tienes que tener mucho cuidado okey?, No quieres tener cicatrices en tus manos...con lo lindas que son-
Guardo su paquete de curitas en su mochila y sonrió

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 03, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝓜𝓾𝔂 𝓜𝓪𝓵𝓪 𝓢𝓾𝓮𝓻𝓽𝓮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora