𝐔𝐧𝐚 𝐟𝐮𝐫𝐫𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐚𝐦𝐨𝐫 | AU

01 │ el inicio

UNO . EL INCIO

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américo

"¿podrías explicarme una vez más por qué nos estamos yendo a ese pueblucho?" le pregunté al odioso de mi papá, que parece sólo sabe tomar malas decisiones ¿quién se muda de una ciudad increíble donde hay sol todo el año, para ir a un pueblo del tamaño de un meñique donde siempre llueve? exacto, un lunático -y yo, su hijo-.

"ya te lo expliqué meri, tu mamá no me quiere ver ni en pintura -no es el único, no creo que esté muy feliz de acercarse a mí tampoco- y sólo queda irnos a la casa de tu abuela. a menos que quieras quedarte con esa bruja. siempre puedo regresar" levantó una ceja con su típica expresión de ¿realmente eres capaz de soportar eso? agh, que idiota.

"sí, sí, ya entendí, qué más da" suspiré.

me acurruqué contra la puerta del auto para ver el camino. ya estábamos cerca y todo alrededor de nosotros son árboles y más árboles ¡ah, una ardilla!

uy, no

bueno, ya no hay más ardilla, creo que la atropellamos.

ahora el conteo va algo así: 1 idiota, 36 árboles, un letrero de "bienvenidos al infierno", yo, y -1 ardilla ¡pero qué día! está...bueno, mejor que otros días. 

mi vida es un desastre, y consta de un problema tras otro. sin parar. realmente no puedo ni respirar.

"¿cuánto falta para llegar?"  miré de soslayo a mi papá.

"sólo unos minutos cariño, descansa" sonrió. no creo poder dormir, así que, ¿qué queda? mmm, sí, ¿qué tal un resumen de mi vida?

"mamá, me siento mareado. creo que me voy a desmallar" había algo dentro de mí que me hacía sentir caliente -pero no caliente bueno, caliente de ahogado-. estar de pie ya era un reto, y por algún motivo que no entiendo, mi madre se niega a ayudarme.

"américo...creo...creo que eres un omega" ¿un qué? claro que no.

"mamá no digas estupideces y ayúdame" me caí al suelo. oh por dios, esta es la peor sensación de la historia.

"no, yo no me equivoco con estas cosas. no soy doctora por nada. por dios... ¿ahora que vamos a hacer? tu papá y yo somos betas, ¿por qué tu...? ¿por qué ahora?" la mujer no dejaba de dar vueltas con sus manos en la cabeza, ignorando por completo el hecho de que su hijo estaba retorciéndose de dolor en el piso. a su lado. llorando.

"ma..." no lo soportaba ¿qué rayos me pasa?

"no me haré cargo de esto. qué vergüenza, tendré que llamar a tu papá" se acercó por fin a mi rastro "escucha cariño, yo te amo, pero no puedo con algo como esto. tus abuelos jamás me lo perdonarían ¿un omega? ¿no podías ser beta como todos aquí? ¿o, aunque sea un alpha?" lagrimas no dejaban de salir de mis ojos. también de los suyos ¿por qué lloraba? ella no sentía el dolor que yo sí. física y emocionalmente, estaba rompiéndome.

¿qué hice mal? yo no quería sentirme así ¿podía revertirlo? ¿había forma de dejar de ser así? ¿realmente era un...omega? ¿no era un cuento para niños? lo lamento tanto, mamá, lamento no ser lo que tú quieres que sea. no me dejes.

ya no aguantaba el dolor. todo estaba borroso. no sé cuánto tiempo estaba pasando. tal vez eran minutos o eran horas. 

podía sentir unas manos a mi alrededor.

¿papá?

"meri, tranquilo, respira. te voy a llevar a la clínica, cariño. trata de soportarlo sólo un poco más. ¿okay? ya estoy, aquí. no estás solo" la voz de mi papá llegaba a mis oídos como algo lejano. creo que estaba sollozando. ¿él también estaba triste? ¿por qué todos lloraban?

Ese día, aquel horrible día, mi vida cambió por completo, y descubrí que la familia no era lo que realmente pensaba que era ¿amor incondicional? no existe. sólo existe una persona que puede cuidarme en este mundo, el único capaz de protegerme y quererme. yo. y eso jamás cambiará.

"mari, cariño. despierta" ah, me dormí. "¿estás bien?" ni idea ¿lo estoy? pasó sus manos por mis mejillas. no me había dado cuenta, había lágrimas ¿qué clase de sueño de mierda fue esta vez? agh.

"estoy bien pa. déjame. te ayudo a llevar las maletas" salí rápidamente del auto y caí en cuenta del lugar en el que nos encontrábamos.

una enorme casa vieja, parecida a la de hansel y gretel. era linda, sí, pero tenía cierto lado tétrico que me dejaba un tanto inquieto.

volteé a ver a mi papá, y me hizo un además con la mano para acercarme.

"ya está todo abajo, lleva estas dos de aquí, yo me encargo de lo demás" tomé las dos maletas de rueditas y las arrastré hasta mi nuevo hogar.

una nueva casa.

una nueva vida, sólo yo y mi papá.

un nuevo inicio