No podía creer en ello aún cuando lo estaba viendo con sus propios ojos, su alfa, su pareja destinada tenía otro omega. Lo había escuchado de Taehyung, su mejor amigo, pero pensó que solo bromeaba. Por su mente jamás pasó el buscar un nuevo alfa, por lo que erróneamente pensó que su alfa tampoco se buscaría a otro omega.La última vez que lo vió fue hace cinco años en el aeropuerto, cuando con lágrimas en los ojos le pidió que no se marchara, que no le abandonara. Dolió, en lo más profundo de su corazón dolió el haberse marchado ignorando sus llamados, pero nadie podía culparlo, estudiar en la prestigiosa Universidad Culinaria de Italia era una oportunidad que no podía perder, aún cuando su alfa le rogaba para que no se fuera.
Tragó saliva audiblemente intentando bajar el nudo que se había formado en su garganta, su alfa se veía guapísimo con ese traje negro y el cabello rubio, no habría dudado ni un segundo en acercarse a él si no fuera porque el se veía demasiado feliz riendo y acariciando a aquel omega que lo acompañaba.
Recordaba como años atrás esa mirada cariñosa era destinada a él. Cayó por el rubio al segundo en que sus miradas coincidieron, ambos dándose cuenta inmediatamente que la Diosa Luna había entrelazado sus destinos desde hace mucho tiempo. Solo tenía 18 años en ese momento, y mientras estuvieron juntos, inclusive luego de haberse marchado, siguió amando al chico y ansiando verlo de nuevo, estar junto a él, pero sus pensamientos se inundaban de negatividad y siempre terminaba pensando que Jungkook de seguro lo odiaba por abandonarle así.
Con los ojos cristalizados se adentró nuevamente en la cocina, no podía evitar arrepentirse un poco por haberse ido ese día hace cinco años, pero la verdad era que no podía quejarse, gracias a ello ahora era un reconocido chef y el restaurante en el que trabajaba tenía dos estrellas Michelin, inclusive personas famosas iban a probar sus deliciosos platillos.
—Park la pareja de la mesa catorce quiere ver al chef— avisó uno de los camareros
Sintió como todo el calor escapaba de su cuerpo, poniéndose extremadamente pálido al instante, la mesa catorce era la de Jungkook. Lavó su cara intentando calmar los nervios que comenzaban a atacarlo, pero parecía una tarea imposible en aquel momento.
Se paró en la puerta que dividía la cocina del salón donde se atendían a los clientes, inspirando y exhalando con lentitud.
—Vamos Jimin, no es la primera vez que algún cliente te llama para elogiar tu comida— se animó a si mismo
Llenándose de valor caminó hacia la mesa de su alfa, si, su alfa, porque su tonto omega aún pensaba que lo era.
—Buenas noches— en ese instante sus ojos se conectaron con los orbes negros del alfa.
Todo a su alrededor se detuvo. ¡Dios! ¡Cómo había extrañado esos jodidos ojos negros llenos de estrellas!El alfa, sin embargo, lo miraba con el rostro desencajado, no, era imposible lo que estaba viendo. Ese no podía ser Park Jimin, ¿o sí?
Su lobo comenzó a aullar emocionado al sentir nuevamente el dulce aroma a arándanos y manzana del hermoso omega en frente suyo. Y justo como la primera vez que se vieron, sintió un tornado arrasar en su pecho y quitarle todo el aire, Jimin siempre iba a tener ese poder sobre él. Había extrañado tanto a ese pequeño omega. ¿Cuántas noches no lloró queriendo sentir su aroma a arándanos y manzana?
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Still with You - Kookmin
FanfictionJungkook y Jimin, alfa y omega destinados, que debido a una serie de circunstancias terminaron "odiándose". Cinco años después ambos se vuelven a encontrar, Jungkook siendo un exitoso empresario y Jimin siendo chef del mejor restaurante de Seúl. Ju...