II.

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Los ojos se abren con desconfianza, puede ver un techo de madera y un extraño olor a leña relaja su cuerpo

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Los ojos se abren con desconfianza, puede ver un techo de madera y un extraño olor a leña relaja su cuerpo.
Es cálido. Extrañamente cálido. Y a Kakashi le gusta.

Puede sentir voces hablando, una es un poco más grave. Puede sentir que su chakra es demasiado bajo y hace que su ojo pique.
Pero sigo estando en otra dimensión. Piensa.

Su cuerpo está demasiado cansado para poder ponerse ansioso y liberar adrenalina. Piensa que es algún efecto de alguna droga que hayan usado.

Convenientemente, puede ver una caja de madera a sus costados. Puede ver las tapas de pequeños frascos ordenados y hace que su ceño se frunza.

Las voces se acercan, puede intuir Kakashi. Su nariz sensible no logra captar el olor a fármacos peligrosos, son simplemente hierbas.

Tal vez sigue en su propia dimensión y una abuelita lo trajo para curarlo después de su desmayo. O realmente cruzó por el remolino y ahora está en un lugar desconocido, con personas parecidas a Obito.

─Bien, bien, luego iré por Toru, deja al perro en paz hasta que termine de curar a Kakashi.─ la voz grave se acerca y Kakashi cierra los ojos. No quiere ver. No quiere verlo.

La puerta se abre, el olor a leña se intensifica considerablemente, acompañado de un olor dulce.

Le recuerda a los pasteles que solía hacer su padre.

Entre abriendo uno de sus ojos, puede ver al doble de Obito trabajar con los pequeños frascos. Tiene curiosidad de como sabe su nombre, pero descarta rápidamente cualquier pensamiento cuando siente pequeñas patas en su pecho.

Hay una nariz húmeda oliendo su rostro, Kakashi puede reconocerlo como un pequeño cachorro de perro.

Respira profundo y abre sus ojos. Es un cachorro, color negro. Y tiene unos ojos increiblemente grandes y tiernos.

Kakashi no puede detener el impulso de acariciar su cabeza.

─Supongo que en tu dimensión también te gustan los perros.─ habla el doble de Obito. Extrañamente, Kakashi puede ver que está vestido como un simple civil y no como un ninja.

Es raro ver a Obito siendo un ninja médico, pero no cree que pueda ser algo malo.
La muerte de Obito realmente fue algo duro en su vida, pero encontrarlo aquí hace que su corazón se estremezca y la sangre fluya a sus mejillas.

─No sabía que podía viajar entre dimensiones, si me lo preguntas.─ Kakashi logra sentarse con el cachorro sobre sus piernas. El pequeño disfruta de sus caricias y puede ver que es una invocación, aún no lo ha escuchado ladrar.

─Eso veo. Es extraño ver a alguien de Konoha después de tantos años en medio de un mundo de polvo y tierra.─ Opina el doble de Obito, le entrega un pequeño vaso con lo que distingue como té. Su cabeza grita por desconfiar del vaso de un desconocido, pero es Obito, sea o no de su mundo, y lo conoce.

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