Giro rápidamente mi cabeza por acto reflejo, alguien acababa de gritar mi nombre.
Mis ojos, como locos, buscan a alguien proveniente de esa voz, pero esa búsqueda se viene interrumpida por una mirada curiosa.
Una mirada que me deja petrificada, tanto que, las voces se difuminan y dejan de ser una tortura para mis oídos.
La gente que corretea a mi alrededor deja de ser una molestia porque, se han puesto de acuerdo para camuflarse y convertirse en parte del recinto, haciéndose invisible. Pero hay una persona que no quiere seguir a los demás, una persona que roba toda mi atención, sin intención de devolvérmela.
Siento mi rostro arder, haciéndome apartar la mirada, pero, por alguna razón, mi corazón parece ser masoquista y, negándose a perder esta nueva sensación, vuelve a dirigir la mirada para encontrarse con la persona que no para de llamarle la atención.
Estoy en el cielo, admirando, pero eso se ve interrumpido por un pitido, anunciando que se había acabado el patio.
Estoy impaciente para verle en el patio de mañana.
Dritta <3