Quackity queria a su familia, si había algo que protegía mucho en definitiva sería la reputación de está. Aunque sinceramente hoy era uno de esos días donde le costaba festejar, el recuerdo casi vivo de aquella tormentosa noche aún seguía marcado en su memoria, parecía como si fuera ayer cuando un Quackity de 15 años cenaba tan tranquilamente el día de su cumpleaños junto a toda su familia y sin siquiera imaginarlo sería el día que todo saldría mal
Las cortinas de su habitación como las de todo el departamento estaban cerradas, apenas se marcaban las doce del medió día en el reloj, no tenía los animos para salir de su cama y no es como si el clima ayudará. Ráfagas constantes de viento y una lluvia de nieve inundaban a las calles de Karmaland
Hoy, era 28 de Diciembre
Sus planes para hoy eran tan simples como quedarse todo el día en su habitación y ver películas, comer chucherías que por anticipación compró ayer y no salir ni un solo momento, a decir verdad estaba bastante triste. Era el primer año que festejaba su cumpleaños solo, lejos de lo que alguna vez llamó hogar y de las personas que más quería, aunque sinceramente agradecía que fuera así, pues no estaba cargando con miradas de asco
Se levantó de cama solo para buscar un desayuno apropiado, que terminó en leche de chocolate y galletas, lo pensó un segundo antes de volver a abrigarse y es que apesar de tener flojera, prefirió darse una ducha rápida. Tomó su toalla de la pequeña silla que había en la habitación y entró directo al baño
Le tomó solo veinte minutos salir dejando al vapor colarse por el cuarto, mientras iba directo al closet y sacaba de ahí un boxer negro, unos calcetines aburridos y un pantalón para dormir de patitos. Cuando estuvo listo, no lo pensó y tomo de la ropa de su mayor una sudadera grande blanca, volviendo ahora si dentro de la cama y dando inicio a su maratón de Marvel.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Había un ambiente calido en casa, llenó de risas y una amena plática entré todos, con su usual español natal. Quackity estaba tan feliz, sentía que era el momento indicado para hablar
— Mmm, ¿Familia?, ¿P-podrian darme un momento para hablar?
La bulla de sus primos y tíos cayó cuando la voz de mando de su querida abuela hablo por él, parecía tímido pues solo ella a su lado pudo escucharlo— Cierren la boca, el cumpleañero quiere dar unas palabras, vamos hijo
En silencio y con la mirada de todos sobre él, sonrió algo avergonzado, pero reunió el valor y coraje para dar el siguiente pasó, esta noticia la sabía hace casi más de dos años y creía que como él, su familia también merecía saberla. Por que inocentemente así lo creía
— Yo- bueno primero que nada, les agradezco a todos por festejar conmigo hoy, me hace muy feliz pasar mi cumpleaños junto a ustedes, yo los quiero mucho. —hubo agradecimientos instantáneos por parte de sus tías y madre. Y eso, fue lo que le permitió seguir— Hace mucho que quería contarles sobre ésto y...es que bueno, la verdad es que...a-a mi no- a mí no me gustan las chicas
