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Jennie POV'S:
Una vez más me encontraba subida en un avión, cambiando de continente y descansando para el próximo concierto, está vez en Australia, eran dos fechas distintas y tendríamos tiempo para disfrutar del país, mire mi reloj de nuevo y vi que quedaba menos de una hora para llegar a Melbourne, allí sería el primer concierto y debíamos estar preparadas para ello, mi mirada fue hacia las chicas.
—Aterrizaremos en breve, estad atentas y no os separéis la una de la otra.
—Tranquilizate Unnie, no es la primera vez que vamos de gira—me miró Rose con una sonrisita tonta la cual tenía una explicación.
—Si, pero en las anteriores estabas más centrada y no embobada con ese teléfono.
—Es que Hyunjin...—dijó Lisa imitando a su compañera.
—Y encima solo estás distraída por un chico que encima es otro idol, solo te vas a buscar problemas Roseanne.
—No mientras no nos descubran.
—Rose, por última vez, deja de hablar con él, centrate en esto, no pierdas el tiempo.
—Yo no pierdo el tiempo, es un chico que me atrae y yo a él, ¿Nunca os habéis preguntado cómo es tener novio?.
—Si, lo tuve, pero me di cuenta que lo primero es mi carrera, además tampoco era mi tipo.
—Pues estuviste con Kai varios meses-soltó Jisoo.
—Los suficientes para darme cuenta de que no le necesito-mire a Rose—Yo ya te he advertido, si alguien se entera de que habláis, esto no acabará bien.
Minutos más tarde el avión aterrizó en Melbourne y salimos agarradas de la mano de dos en dos, nos dirigimos a la furgoneta que nos recogía y de ahí fuimos directamente al hotel, una vez llegué a mi habitación me senté en la cama y me estiré para luego mirar mi móvil, en la pantalla había algunos mensajes de Kai, si, mi ex pareja, en todos ellos decía que quería hablar conmigo, aún así los borré directamente. El resto de días los dedicamos a practicar en el estadio para comprobar los micros, audífonos, música y demás, así que la noche del concierto fue un éxito y con creces ya que agotamos todas las entradas de este, al volver al hotel escuche la puerta de mi cuarto ser golpeada.
—¿Si?.
—Jennie, las chicas y yo vamos a celebrar lo bien que ha salido el concierto, ¿Te apuntas?—preguntó Rose.
—No, esta noche no, me quedaré aquí a descansar, quizás a la próxima.
—Vamos Jennie, debes despejarte un poco, no sales desde lo de....Kai.
—No tiene nada que ver Rose, de verdad, id a divertirse.
—Esta bien, como quieras.
A los segundos las tres se marcharon mientras yo seguía sentada en mi cama pensando en nuevas letras y canciones para el próximo concierto, cambiar un poco el programa y el vestuario, aún así estaba aún con la cabeza en otro lado, pensando en lo que había dicho Rose, pensando en Kai, en lo que hizo y en como ambas agencias contaron una historia diferente para que ninguno saliese malparado, aún así el había estado insistiendo en volver a mantener contacto conmigo en aquellos meses y a pesar de mis múltiples intenciones por ignorarle, el no parecía desistir; también pensaba en Rose, no quería que ninguna de ellas cayese en una relación, no ahora que nuestras carreras están en lo más alto, no quiero que Rose se ilusione con algo imposible, por eso yo ya no me hago ilusiones con nadie.
Por la mañana fui a desayunar sola, en Australia hacia un clima bastante húmedo y a la vez caluroso aún así era agradable, decidí tomar un café en uno de esos locales donde se puede desayunar y leer cualquier libro al mismo tiempo, aquello era uno de mis momentos de paz favoritos.Una vez recibí mi café me acerque a las estanterías en busca de alguna lectura que me llamase la atención.
Poesía...no.
Terror, no lo creo.
Fantasía, quizás otro día.
Continúe mirando hasta que mis manos llegaron a un libro rosado, miré el nombre de la estantería, temática LGTBI, nunca había leído una novela así, pero ninguna novela romántica, ni aunque se tratara de parejas de mismo sexo, me iban a persuadir, no quiero amor en mi vida.
Tome un libro de la sección feminista del lugar y me entretuve con el durante varias horas, sin embargo nos iríamos esa misma tarde para llegar a Sydney con bastante tiempo, para dedicar este mismo a ensayar, además, viajaríamos en coche y eran unas horas bastante abundantes asi que aprovecharíamos este o bien para hablar del programa o dormir.Tras ocho horas de viaje llegamos a Sydney y nos alojamos en un hotel cercano a una playa llamada Lady Martins Beach, desde mi cuarto se veía está y nada como dormir con el sonido del mar pero en lo que quería centrarme ahora era el concierto y una vez este acabase, podríamos tomarnos dos semanas tranquilas por el país hasta el próximo concierto en otro continente, o al menos así intentaba verlo yo.
