Brillaré por ti

Luffy no era el mismo, Marco lo sabe.

Marco lo sabe por la forma en que el cuervo se muele hábilmente contra él y gime pecaminosamente su nombre. A través de la forma en que su lengua se arremolina magistralmente contra la suya cuando se prueban el uno al otro.

Luffy ya no era inocente, y Marco reprimió la ira que se desató cuando recordó cómo el cuervo aprendió estas habilidades. Pero entonces no podía odiar todas estas habilidades usadas para él.

Marco sabe a través de la textura áspera que siente dondequiera que toca al cuervo. A través de las palabras grabadas en su piel.

Luffy ya no estaba desmarcado, su suave cuerpo bronceado tenía cicatrices rojas y ásperas. Marcándolo, recordándole sus dolores y sufrimientos. Nunca dejarlos olvidar. Recordándole a Marco que volvió a fallar.

Marco lo sabe por la forma en que sus ojos de ónice se apagan, no brillan tanto cuando se miran el uno al otro. A través de sus miradas vacías y oscuras que le dieron escalofríos.

Luffy ya no era tan amable, pero aún vertería su amor por Marco. Las estrellas que Marco podía contar en sus ojos disminuían pero no le importaba porque las pocas estrellas que quedaban, brillaban intensamente para él y sólo para él.

Marco lo sabe a través de los sollozos y gritos que destrozan al cuervo por la noche. A través de las lágrimas silenciosas que fluían por su rostro cuando pensaba que Marco no estaba cerca.

Luffy ya no era fuerte, lloró y se rompió. Lo abrazó con tanta fuerza como si pensara que Marco lo dejaría. Marco lo retiene con la misma fuerza, tratando de transmitir cómo se siente a través de sus propios toques desesperados.

Marco lo sabe a través de su sonrisa apagada y su risa amortiguada que solía recordarle al sol. A través de las sonrisas tristes que relampaguea cansado.

Luffy ya no era tan brillante como el sol, pero aún ilumina el mundo de Marco. Su sonrisa no era tan radiante pero igual de cálida cuando lo señalaba. Su risa, sigue siendo musical en el oído de Marco, y Marco ya no arde cuando lo abraza.

Marco lo sabe por la forma en que mira fijamente al horizonte, inmóvil. A través del cansancio tallado en los ojos y el cuerpo del cuervo.

Luffy ya no era tan enérgico, estaba demasiado cansado, cada respiración era demasiado pesada. Marco sabe que quiere que el océano lo trague, lo arrastre a las partes más profundas del océano. Pero se quedó, promete que siempre estará ahí para Marco.

Marco lo sabe porque era igual. Eran piezas rotas que encajaban como un rompecabezas, se completaban. Le duele pensar que solo podían estar juntos debido a lo rotos que estaban, pero tal vez Luffy hubiera sido demasiado inteligente y demasiado sexy para él de otra manera.

Luffy ama a Marco, Marco lo sabe. Marco ama a Luffy tanto como él.

Luffy alivia su dolor y Marco se siente menos solo.

Solo quedaban ellos dos, tal vez nunca lo olviden pero al menos estaban juntos.

Por primera vez, Marco no extraña tanto a su familia como antes.

Y por primera vez, Marco piensa que está bien que viva un poco más.