Una amiga, Juliet es la única que sabe mi gusto por las chicas gigantes, y ella cumplirá mi sueño, pero deberé de enfrentarme a las consecuencias de esa acción. ¿Valdrá la pena? Tendre que sobrevivir a diferentes peligros.
De la nada, me recupere. Estaba en el suelo. Todo se veía algo extraño. No recordaba que las cosas fueras así de... Peculiares.
- Es....un sueño?-
Estaba en el suelo confundido, ya que mientras recuperaba la vista, las cosas se veían algo grandes... Muy grandes.
Mire a mi alrededor y todo era enorme. Estaba casi a lado de su cama de Juliet y mi sorpresa fue que era inmensa.
- ¿Qué está pasando?!-
Apenas tuve tiempo de reaccionar cuando se empezaron a escuchar fuertes ruidos. Alguien se estaba aproximando.
De pronto, en la entrada, una chica enorme entro. Con todo y uniforme escolar. Era inmensa en comparación a mi nuevo tamaño.
"Hola?" Dijo la chica.
Yo estaba en shock. Era una chica gigante real!. Y para colmo, era nadie menos que Juliet.
-" Hola.... Daniel? Dónde estás?-
La chica camino hacia donde me encontraba. Sus zapatos negros se acercaban a mi con unos pocos pasos.
De pronto, a unos metros de alcanzarme, se sentó en la cama.
- " A lo mejor pasó al baño"
Era un espectáculo entero. Ella saco su celular y empezó a jugar con sus pies.
Yo me recupere del shock y trate de acercarme a ella. Movía sus pies arriba a abajo.
Cuando estaba cerca, ella se quitó los zapatos. Cayeron casi donde me encontraba. Estaba debajo de sus pies. Su olor me golpeó muy fuerte. Olían muy mal. Y para colmo sus zapatos igual olía fatal.
Luego, ella bajo sus pies al suelo. Fue entonces que tuve la idea de escalar sus pies y piernas para llamar su atención.
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Una vez que me agarre a la media, sentí lo usada que estaba. El olor era muy fuerte, pero quería vivir. Así que empecé a subir sus medias un paso a la vez.
El olor no me molestaba tanto, siempre había querido hacer eso, así que trataba de no perder tanto tiempo
Era complicado subir los pies de una chica, pero la calceta me facilitaba el agarrarme.
De pronto, ella despegó los pies del suelo y empezó a mover sus pies de arriba a abajo.
Yo trataba de aferrarme muy duro para no salir volando.
- Cielos... No está en el baño?-
Juliet se levantó y se empezó a colocar los zapatos.
- Espera! Me encuentro en tus...-
Y lentamente coloco dentro del tenis el pie donde me encontraba. La luz se oscureció. El aire desapareció. Era solamente el olor del pie de Juliet lo que podía oler dentro del tenis. Afortunadamente estaba en la punto de sus dedos así que no me apretaba tanto.
El interior era una prisión con solo el olor de Juliet. Al menos ahora sabía a qué olía sus pies.
Solo podía sentir cada pasó que daba
- Daniel... Estás en el baño... No está... Dónde estará? Lo deje aquí... No pudo bajar...- decía Juliet mientras pisaba el piso repentinamente mientras pensaba.
Yo por otro lado, estaba moviendome de un lugar a otro. Me empecé a resbalar y bajaba por sus dedos del pie. La parte más profunda del tenis era la qué olía más. Poco a poco quede entre sus dedos. Me aferre a ellos para no caer debajo de ellos.
- No está aquí... Será posible que... -
Juliet corrió al cuarto y miro en el suelo. No encontró mucho, solo polvo y basura...
- No está... Tal vez... Lo pise?- miro sus zapatos pero no había marcas de haber aplastado a alguien.
Entonces pensó en algo...
- Y si... Se metió en mis zapatos -
Rápidamente se sentó en la cama y se quitó el zapato derecho.
- No veo nada....y en el otro...
Lentamente ví algo de luz... Su pie salía del zapato. Yo solamente caí y estaba en la punta de su zapato.
Mientras me recuperaba, un ojo se asomó.
- Si, allí estas-
Juliet me miró y me saco de su zapato.
- Wow... Si....funcionó!... -
Estaba en su palma. No sabía cuanto media, pero menos de un 1 cm era una opción.
- Bueno pequeño, está es la verdadera recompensa.-
Yo estaba aterrado. Estaba en la palma de una chica enorme. A su merced.
- Descuida, no te haré daño... Debes de tener muchas preguntas, pero lo importante es que esta es tu recompensa. Compré estás gomitas para esto. Solo funciona con hombres jaja...
Yo trate de pararme.
- Eres tan tierno. Ahora podrás hacer lo que quieras. Verás... Yo también sentí curiosidad y leí algunas historias sobre tu gusto... Así que ya se por donde empezar.
Ella me tomo y me coloco en sus zapatos.
- Esto te gusta no? Vas a pasar la noche allí. Mañana cuando vuelva de la escuela jugaremos un rato.
No me dejó decir nada porque me metió el el zapato de nuevo.
- Se me olvidaba, para que no te escapes...
Y metió sus calcetas en los zapatos.
- Mañana tendras un rato libre hasta que vuelva. Luego, las explicaciones ok-
Y sin decir nada quede atrapado en sus zapatos escolares.
