1.-Culpabilidad, recuperación y ¿donde está?

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Me sentía tan culpable de haberlo destrozado todo. Yo y mi estupidez.
Joder. La llame un millón de veces. Le mande miles de mensajes. Nunca me contestó.

Las vacaciones pasaron lentamente. Como si el tiempo se hubiese detenido para que todo doliese más. Deje de beber, me encerré en mi cuarto, no comía, no salía con nadie... Sólo en mi cuarto con las ventanas cerradas, los stores bajados, la luz apagada. Tirado boca arriba sobre la cama, mirando un punto fijo del blanco techo.

Yo lo llame el estado de dolor. De vez en cuando hablaba con Jacob, el cual me contaba lo bien que se lo pasaba con Madison de vacaciones o lo mucho que la quería para luego pedirme perdón por ser tan poco considerado.

Mis tíos se sentían mal porque yo estaba triste. Intentaron animarme pero todo fue en vano

-Mike, cariño, te apetece venir unos días a una excursión por el bosque con nosotros.

-Miky te apetece salir a dar una vuelta y así me ayudas con las compras.

A la décimo sexta vez lo dejaron estar. Mis primos como grandes capullos que son -no los culpó yo también lo soy- se metían en la habitación para aplastarme lanzándose encima.

Las únicas personas que me ayudaron fueron: mi prima Abba y Kyle. Si, si, habéis leído bien. Kyle también estuvo apoyándome.

Abba le llamó cuando se rindió de tirarme de la cama y hacerme rodar como coroqueta o intentar hacer que comiese unos macarrones que acababan por toda mi cara.

Kyle entró con aires decididos un día, así sin más. Dejó la puerta abierta, subió los stores y abrió las ventanas. Tampoco digamos que ahora estoy fenomenal pero por lo menos no parezco un muerto.

Lo primero fue darme ánimos. Cogió una camiseta de Volcom verde, unos pantalones negros y las Vans. Lo sacó todo del armario y lo dejó encima de la cama. Me arrastró al baño y me duché. Igual pensasteis que me iba a duchar él, pues no, sigo teniendo algo de dignidad. Mientras yo estaba duchándome entró mi tía, cambio las sabanas e hizo la cama.

Salimos de casa. Nos dirigimos a un restaurante en el que tienen unos postres exquisitos. Comí tortitas y gofres hasta reventar. Por culpa de mis grandes ojeras que me hacían un aspecto horrible, tuve que pasar por una óptica a comprar unas Rayban Wayfare. Después paseamos por un parque hablando de tonterías. Hasta que la cosa se puso más sería cuando dije:

-¿Has visto a Eliza?- lo vi tensarse unos momentos.

-Nadie la ha visto- pare en seco. Pensé que seguiría saliendo y hablando con el grupo.

-¿Ni hablar con ella?- negó con la cabeza.

-Te juro que si supiese algo te lo diría. Melani no sabe nada de ella, o eso me ha dicho.

-¿Y James?- puede que sea la última esperanza.

-Le he visto alguna vez porque si recuerdas esta saliendo con Charlott, la hermana de Mel. Dice no saber nada, fijo que lo sabe.

Otro día, estábamos en un bar. En una mesa al fondo una chica de lo más parecida a Elizabeth nos daba la espalda. Me acerque con esperanzas.

-¿Elizabeth?- la chica confundida se dio la vuelta- oh, perdona, te he confundido con otra persona.

La chica me miró de arriba abajo para esbozar una gran sonrisa.

-No te preocupes.

Volví a la barra con Kyle, cuando vi entrar a un chico que le dio un beso en la frente. Aparte la mirada. Esas demostraciones de amor hacían que un ardor se instalase en mi pecho.

She was my baby (Aplazada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora