Clark Kent 1/2

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ℝ𝕖𝕤𝕦𝕞𝕖𝕟:
El confuso cortejo de los adolescentes kryptonianos
(Harry/Clark Kent, Smallville)

Clark apretó la mandíbula, rechinando los dientes mientras resistía el impulso de maldecir al chico de vuelta al pozo de Krypton del que se había arrastrado, la mano alrededor de su garganta apretaba hasta que quedó reducido a jadeos, con el pecho...

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Clark apretó la mandíbula, rechinando los dientes mientras resistía el impulso de maldecir al chico de vuelta al pozo de Krypton del que se había arrastrado, la mano alrededor de su garganta apretaba hasta que quedó reducido a jadeos, con el pecho apretado por la falta de aire. Sus manos estaban sostenidas sobre su cabeza en un agarre igual o más fuerte y aunque estaba seguro de que en unos minutos se asfixiaría, no pudo evitar querer dar un cabezazo a la sonrisa de suficiencia de su rostro.

"¿Te rindes?" la voz era tan paciente como lo había sido cuando todo esto comenzó e hizo que Clark quisiera gritar de frustración, pero apenas podía respirar, así que eso estaba fuera de la mesa.

"Te rindes" cada palabra fue puntuada con la cara sonriente del adolescente de ojos verdes acercándose a su rostro, hasta que sus labios se rozaron, la rodilla entre sus muslos empujando sugerentemente contra sus partes íntimas y Clark, por todo el boy scout que era según Lex, sabía cómo se sentía la excitación.

"¡S-sí...!" jadeó, las palabras apenas audibles, pero la mano se retiró y aspiró bocanadas de dulce oxígeno.

Clark no era un adolescente pequeño, a los diecisiete tenía el cuerpo para jugar el deporte que su padre humano amaba, hombros anchos y una cintura esbelta y aunque no era el chico más grande del equipo, tampoco era el más pequeño por cualquier posibilidad remota.

Harry Potter se había transferido a Smallville High hace poco menos de dos meses y, como cualquier tornado que lo dejó caer en la tranquila ciudad, parecía haber hechizado a todos, incluso a la testaruda Chloe, pero Clark no se dejó engañar.

Podía ver el desprecio subyacente que el niño de un año mayor sentía por todas las personas con las que interactuaba, y al principio creyó que tal vez era un complejo de superioridad, un niño rico encantador de personas pero que se limpiaba las manos en secreto si lo tocaban. Le había molestado sí, pero no era asunto suyo si la gente no veía un peligro evidente en el chico nuevo.

Sin embargo, se convirtió en asunto suyo cuando atrapó a Lana riéndose de algo que había dicho el otro chico.

'¿Puedo besarte?'

Las palabras fueron pronunciadas lentamente, en voz baja y la de un hombre y no un adolescente en la pubertad, y Lana, la dulce Lana que ignoraba a todos los demás atletas y recientemente había comenzado a sonreírle a Clark, se sonrojó profundamente y asintió vacilante.

Potter se había inclinado hacia abajo, porque el bastardo era unas cinco pulgadas (12.7cm) más alto que el impresionante 6"1 (1,85cm) de Clark. Se quedó de pie en medio del pasillo con otros estudiantes que miraban el beso, murmurando de una nueva 'pareja poderosa' emergiendo de las chicas, los teléfonos ya estaban enviando mensajes de texto.

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