Swimming boy; Spartor.

Prólogo

Y están nadando rápidamente, pero... ¡Sparta gano por segunda vez, eso significa que pasara a las ligas siguientes!

—¡Sii, yo sabía que Spartita lo lograría, es el mejor!—Hablo Raptor escuchando la radio mientras lavaba platos en un restaurante.

—Cállate—Grito un poco enojado su mejor amigo, Iván.

—Ya, ya, cálmate, pero es que... ¡Spartita ganó el primer lugar de nuevo!—Se formó una sonrisa en su rostro.

—Si, si, tu obsesión con ese chico que no sabe de tu existencia.—Dijo Iván mientras rodaba los ojos.

—¡Oh vamos, Iván! Sabes que él me conoce, además, déjame soñar con que él me hará caso... deja que me ilusione.—Para Raptor ese chico es más que un ídolo, ese chico es alguien que quiere, ese chico es el único que estuvo para él cuando se le era imposible defenderse... aunque él mismo haya arruinado la familia de ese chico al que tanto quería.

—Ay, Raptor, eres un tremendo idiota.—Murmullo entre risas.

Mientras ellos seguían hablando y lavando en la cocina de un restaurante, por otro lado estaba un joven, en un cuarto de hotel, feliz por haber ganado de nuevo.

—¡¿Lo puedes creer, José?! ¡Gané!—Dijo un Sparta con una toalla en los hombros y en shorts.

—Claro que lo creo, yo sabía que ganarías.—Hablo mientras se acercaba a abrazar a su "hijo". 

—Aún sigo un poco mojado.—Se río y correspondió el abrazo a su "padre"—¿Y mi mamá?

—Está llegando, es que la atraparon algunos periodistas con sus preguntas, pero de seguro que ya viene. Bueno, Sparta yo ya me voy a responder las entrevistas, te llamo para que respondas también ¿okey?

—Okey—Aun seguía con una sonrisa en su cara. Para Sparta, José era como su padre ya que él fue de los únicos que lo estuvieron para él en sus peores momentos, además, su padre los había abandonado hace mucho tiempo por... por lo que había pasado hace unos nueve años... para Sparta, por lo que su padre los había abandonado era algo muy tonto, pero dejando eso de lado, ahora José es el manager de Sparta, y Sparta ama que José sea su manager, aunque más que manager lo considera su padre.—Hey, Jaqueline ¿Puedes creer que gane? ¡Estoy super feliz!

—Ah, si, si, siempre lo supe, mi queridísimo Spartita, pero ya vamos a la entrevista, ¿Si?

—Lo siento, Jaqui, voy a esperar a mi mamá.—Menciono con una sonrisa en la cara.

—Ah, bueno me voy, bajas después.

—Okey.