𝐒𝐏𝐀𝐑𝐊! [ momo ]

𝟎𝟎𝟎

𝐀𝐂𝐓𝐒

𝐈𝐈𝐈 ━ 𝐈𝐈𝐈

[ recognition . act one ]
[ the outsiders . act two ]
[ breeze . act three ]
[ epilogue ]

𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐙𝐄𝐑𝐎 ━ PROLOGUE
( refacciones nuevas )

     LA MÚSICA SONABA EN EL APARTAMENTO, plantas colgaban del techo. Bañadas por las luces de neón rojas y amarillas del techo, el lugar no era muy grande, pero después de romper unas cuantas paredes había conseguido el espacio perfecto para un taller, aunque también tenía unas cuantas cosas en el tejado del edificio. La música sonaba, estridente, aprovechaba que en ese edificio casí no vivía nadie. Solo habían tres robots más además de ella, era conocida como "La robot de las refacciones", aunque su nombre en realidad era River. Se dedicaba a crear o reparar piezas para los robots, a veces por encargo, otras veces por gusto. Le gustaba la mecánica, aunque también el parkour, saltar entre los edificios con agilidad la llenaba de vida. Sentir el frío y húmedo viento en su rostro, o bueno, pantalla, era una sensación exquisita para ella. Se sentía libre a pesar de estar encerrada junto a todos en ese domo gigante de concreto.

     Se impulsó con su pie para llegar al otro lado de la habitación, tomó su destornillador y finalmente termino la última refacción del día. La lanzó a la caja donde estaban todas las demás, las llevaría mañana con el Guardián al centro, ahí todos podrían tomar las que necesitarán. Siempre y cuando dejaran algo a cambio, era una especie de trueque.

     Miró al techo, habían unas cuantas manchas de humedad. Sin contar las plantas y las luces de neón, suspiro, aunque sólo pudo emitir el ruido. Estaba algo cansada, a pesar de tener su batería cargada propiamente. Suponía que tanto trabajo la había cansado, se levantó de la silla y apagó la música, dejando el ruido de la ciudad como única música. Salió de su taller, la sala y la cocina tenían el mismo estilo, plantas colgantes y luces de neón con un aspecto algo sucio. Se acostó en el sofá, aparentando tomar una siesta, los puntos blancos que hacían de ojos se mostraban cerrados. Como si realmente estuviera tomando una siesta, podía poner la alarma para despertar en un rato.