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— ¿Ahora qué?

—Tienes que dar click aquí.

— ¿Aquí?

— Sí, sí. Dónde dice "invocar"

Taiju hizo caso a las indicaciones emocionadas de sus hermanos, escuchándose un click de su ratón cuando presiono el vistoso botón mencionado.

Inmediatamente fue recibido con una cinemática de pociones y hierbas siendo echadas a un caldero humeante, este cambio su color hasta ponerse de un tono morado rosáceo luminoso, lo que hizo a sus hermanos chillar de la emoción y aferrarse más al respaldo de su silla.

Fuera lo que fuera que estaba pasando, era algo bueno a juzgar por la reacción de los menores.

Pronto el caldero comenzó a hervir, lanzando un festival de vapor, luces y rayos, envolviendo la pantalla completa en un gran destello blanco.

Una vez el destello desapareció, fue recibido con la ilustración de un personaje...peculiar.

Taiju torció su boca en una mueca al ver el resultado del gachapon, frente a él, una chica joven y delgada, con delicadas facciones y dulce mirada le sonría. Su ropa era llamativa, un lindo vestido con listones y holanes que realzaba su cintura, medias y tacones con moños, un hermoso cabello sedoso con brillantes accesorios y para finalizar, un muy elegante báculo que combinaba a la perfección con la tierna apariencia de su dueña.

Si, definitivamente peculiar y para nada lo que estaba esperando.

— ¡No puedo creerlo! Yo he estado tirando por ella desde el inicio de su banner y solo me han salido tonterías, ¿Cómo pudiste tener tanta suerte en tu primer tiro? — Hakkai gritó entre lamento y emoción.

— ¿Será suerte de principiante? —Siguió Yuzuha. — Ánimo, tal vez te salga después. — Dijo frotando la espalda de su hermano como una especie de consuelo.

— ¿Esta es buena? — Taiju cuestionó arqueando una ceja hacia la pantalla, aún decepcionado.

— Es de los mejores personajes SRR actualmente. Tenle más respeto. — Respondió con una falsa indignación el menor de los Shiba.

— ¿Seguro? No entiendo cómo podría ser tan fuerte si ni siquiera va a poder pelear con un atuendo como ese. En una pelea real estaría acabada. — Dijo recordando sus antiguos encuentros entre pandillas. Si tan solo su larga gabardina le había jugado algunas desventajas al poder ser jalada por el enemigo y por evitar que pudiera mover el cuerpo con facilidad, no quería ni imaginar lo que pasaría con aquella ropa y accesorios.

— Eso es porqué su rol no es el de causar daño, es una healer/support. Su rol es el de ayudar y sanar. — Yuzuha respondió desde atrás del respaldo de su asiento.

— Sanar ¿Eh? — Dijo no muy convencido.

Desde que la situación entre los Shiba se había "calmado" y entraron a los primeros pasos de buenos términos, una de las ideas que propusieron fue la de pasar más tiempo juntos con ayuda de actividades. Habían probado de todo, desde ver películas y series, salir a pasear e incluso practicar deporte. Así que cuando Yuzuha y Hakkai comenzaron a jugar un nuevo videojuego, le propusieron a Taiju el unirse a ellos.

Realmente el mayor nunca se había interesado mucho por los videojuegos, si había jugado algunos cuantos, pero a decir verdad no era adicto a ellos, muy apenas contaba con un ordenador en su cuarto mientras que sus hermanos tenían varias consolas. Por esa misma razón declinó la oferta al principio. Aún sí, al pasar los meses y ver qué sus hermanos seguían obsesionados con ello y no paraban de hablar sobre el juego, Taiju accedió, no porqué se sintiera arrinconado, sino convencido por la emoción de ellos, creyendo que les haría felices y darían otro paso más hacia una buena hermandad.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2022 ⏰

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