「Here comes the sun」©ミ Larry Stylinson (Sin editar)

CAPÍTULO II

— ¡Tía Gemma!.

Bueno, esto se pondrá un poco incómodo.

— Hola, cachorros. Están muy grandes. — la alfa abrazó a mis hijos y besó sus frentes.

Yo solo observaba de lejos.

— Te extrañamos, tía.

— Sí, muchísimo. — Darcy habló muy entusiasmada.

— Oww yo igual, mis niños. Bueno, les traje regalos para ustedes y su preciosa madre. — alzó la mirada para ver a Louis quien se encontraba a mi lado.

Bajé la mirada hacia mi omega y le hice una seña para que se acercara, ya que también se le veía entusiasmado. De inmediato corrió a abrazar a la alfa.

Me gustaba ver a Louis feliz, así que inevitablemente sonreí mientras lo veía. Pronto vibró mi celular y sabía que era el trabajo, suspiré algo cansado y lo saqué de mi bolsillo.

Mi secretario me estaba mandando la agenda de mañana, sin duda alguna iba a ser un día largo.

Volví a alzar la mirada al sentir que me jalaban del brazo.

— Vamos, alfa, Gemma quiere decirnos algo.

Seguí a Louis fuera de la casa, detrás de Gemma y los niños. La alfa se acercó a su auto y de ahí salió un omega, que por cierto ya conocía.

— ¿Adrián?.

— ¿Harry?.

Preguntamos al mismo tiempo, aún sin salir de nuestro asombro.

— ¿Se conocen?. — Gemma preguntó mientras se acercaba más al omega y me miraba como si quisiera matarme.

— Tranquila, alfa. Harry y yo nos conocimos hace como seis años, creo. — habló mientras acariciaba el brazo de la alfa para que se tranquilizara.

— Así es, nos conocimos en una librería del centro comercial más cercano.

— Ustedes salieron, ¿Verdad?. — Louis preguntó mientras se cruzaba de brazos y miraba entre el omega y yo.

— Solo fue un corto tiempo, omega.

— Sí, no fue la gran cosa. Sólo salimos un tiempo, ¿Cuánto fue?. — el omega pelirrojo preguntó.

— Fue un año.

— No fue mucho. — asentí dándole la razón.

— Yo si me acuerdo de ti. — Darcy intervino.

— Y yo también, cielito. Eras pequeñita, la niña más dulce que he conocido. — acarició la mejilla de mi hija.

— Gracias, ¿Ahora debo decirte tío Adrián?.

— Me gustaría mucho eso. — el omega sonrió muy a gusto.

— Bueno, pasen. Siéntanse cómodos. — Louis hizo una pequeña mueca antes de darse media vuelta y regresar a la casa.

— Creo que no fue buena idea venir.

— No pienses eso, cariño, ve con los niños. Ahora te alcanzo, debo conversar con mi hermano. — la alfa besó su mejilla y el omega asintió para luego caminar hacia la casa junto a mis cachorros.

— ¿Ahora qué, Gemma?.

— Así que también te cogiste a mi omega.

— ¿De qué mierda hablas?.

— Solo te diré que te quiero lejos de él. — soltó un fuerte gruñido y yo solo rodeé los ojos.

— En ese año ni siquiera lo toqué, así que tranquila. Tampoco pienso engañar a mi omega, Adrián fue como un amigo para mí.