Prólogo

2K 87 29
                                    

Nuestra historia comienza en un día tranquilo. Los pájaros cantaban, los alumnos charlaban tranquilamente mientras se dirigían a sus respectivas clases, los profesores se sentían orgullosos por el comportamiento ejemplar del alumnado y... ¡Pero a quién quiero engañar, si esto es Hogwats! ¡Ni que tuvieseis la cabeza llena de torposoplos para poder creeros semejante tontería!¿Qué va a ser lo siguiente, decir que los gemelos Weasley son unos perfectos prefectos?

Bien, ahora que hemos enfriado la cabeza, nos hemos quitado de la mente la escalofriante imagen de los gemelos Weasley siendo (¡Lo siento, pero no puedo ni decirlo! **escalofrío**), y hemos comprendido que no podemos ser tan imbéciles, puedo sentarme tranquilamente a contar las historia de la manera correcta.

Todo esto comienza con la típica discusión matutina:

- ¡Maldito seas, Ronald Weasley! ¿Cuántas veces te tengo que decir que el fundador de la casa de las serpiente se llamaba Salazar Slytherin, y no Salamandra Slytherin? Por los calzones de Merlín, no se como vas a aprobar Historia de la Magia, si ni si quiera sabes eso- Exclama una enfadada Gryffindor de séptimo curso.

- ¡Vamos Hermione, no me digas que no se parece! Además, ¿A nosotros qué nos importa como se llama el fundador de la asquerosa casa de las serpientes?- Dijo contrariado un adolescente pelirrojo, alto, y algo encorvado.

-¿¡Qué que nos importa, es enserio!? Para empezar es uno de los fundadores de Hogwarts, un mago extremadamente poderoso, y aunque no esté de acuerdo con sus principios, hizo una gran contribución al mundo mági...- Pero Hermione Granger, prefecta de la casa de los leones, fue interrumpida por su mejor amigo, casi hermano, que se estaba hartando un poco de oírlos discutir, por mucho que se repita todas las mañanas.

- ¡Chicos, parad ya! En primer lugar, Hermione, que Ron no sepa el nombre "Salazar" no es para que nombres a los pobres calzones de Merlín (¿Por cierto, te refieres a los limpios o.. Ejem, no importa). Y en segundo lugar, Ron, deberías esforzarte un poco más, que si tu madre se entera de que repruebas alguna asignatura te castigará de alguna manera que solo se le ocurrea la señora Weasey.

- Si, Harry...- Y no, amigo mío, no me he equivocado, al que acabas de oír ahora (o leer, lo que usted prefiera, su señoría) regañar al matrimonio viejo (¡Agh, Hermione no me hechices! ¡No Ronald, cualquier cosa menos mi comida, comete a mi hermano, pero mi comida no!) es el mismísimo Harry Potter, salvador del Mundo Mágico, pateador de desnarizados, provocador de dolores de cabeza, el jugador de quidditch más joven del último siglo (ya Harry, no me pegues, sabes que todo es malditamente cierto).

Bueno, a lo que iba, mientras el trío de oro iba discutiendo por los pasillos del séptimo piso, se encontraron con una puerta algo curiosa, ya que había dibujos de unicornios y de ella desprendía la canción de las muñecas lalalupsi (ya, quitad esa cara de ilusos, que os entran moscas. Solo era una broma, panda de amargados) En realidad la puerta no tenía nada de interesante, era vieja y de madera, como todas las del castillo, pero había algo en ella que los atraía, como si entrar por aquel umbral pudiese salvar la vida de docenas de personas (cosa que es cierta, jejeje... ¡Ups! Olvidad lo que he dicho, porfis).

Cuando ya estaban dentro escucharon unas voces a sus espaldas, y el pobre chico sin neuronas que era Ronald (obviamente) fue y gritó:

- ¡Profesora, no me mate! Harry y Hemione me arrastraron aquí, no fue culpa mía!- (Merlín, ni siquiera se como quedó en Gryffindor)

- Vaya, vaya, hermanito, se ve que eres todo un valiente- Y sí, aquí tenemos a Ginevra Weasley (¡Aaaaaaaahh, Ginny, no, el mocomurciélagos no, era necesario, tenía que presentarte de manera correcta!) Ginny para los amigos (y para todos, a ser posible).

- ¡Ginny!- Y ahí fue cuando el-niño-que-vivió fue a besar a su hermosa novia pelirroja, a si que lo siento chicas y chicos, pero estos dos personajes de ensueño están pillados, por lo que más os vale dejar de babear u os ganaréis un par de maleficios, jejeje.

- Hola Neville, hola Luna- Dijo nuestra castaña favorita mientras saludaba a los acompañantes de la pelirroja, que en esos momentos se encontraba algo ocupadilla porque (ejem, creo que ya os lo imagináis, muchachitos pervertidos).

- Hola Hermione, que gusto verte- comentó el joven Longbottom (digno tonornde Minerva McGonagall, jeje).

- Hermione, hay una manada de nargles acechándote- comentó Luna, con su extravagancia avitual, y agitando los brazos como si estuviera espantando algo.- ¿Qué hace Ronald girando un giratiempos?- (Jeje, buen juego de palabras Lovegood, así me gusta)

- ¿QUÉEEE?- Y todos, sin excepción, movieron la cabeza hacia Ron, justo cuando una luz inundaba la sala y les transportaba a la que sería, sin duda, la aventura más sorprendente e inimaginable que les haya ocurrido a los jóvenes amigos, sin excepción.

-------------------------------------------------------------

¡Tachán! Por fin terminé mi primer capítulo. Y bien, mis jóvenes aprendices *insertar voz del enano verde que sale en la peli de Star Wars* ¿Qué os ha parecido? Sinceramente me gustaría haber sacado más a Luna y a Neville en este capítulo, pero para ellos tengo reservado algo más interesante *insertar carara diabólica*. Y espero que me podáis perdonar la vida por el capítulo tan cortito que os he regalado, pero tranquis, colegis, que esto es solo una introducción, con el siguiente episodio de esta magnífica telenovela argentina (cerrad la boca, que os entran moscas, flipaos sin sentido del humor) os traeré algo más jugoso y largo, para que podáis marujear a gusto y con ganas. Aunque puede que tarde un poquito en actualizar... *¡Protego!* ¡He, cuidadillo con los crucios, que he dicho a lo mejor! ¡Nada es seguro en esta vida! A si que, como diría mi buena amiga Luna, ¡Cuidaos de los torposoplos, los nargles, los plimpys de agua dulce, y los gusanos aquavirus (si encontráis un snorkack de cuerno arrugado me lo traéis, y así ¡ganaré un millón de galeones, muajajajajajaja!). Y sin más dilación, me despido, ¡Colegis!

Harry Potter y... ¿¡Conociendo a la primera generación!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora