Harry Potter y... ¿¡Conociendo a la primera generación!?

Capítulo 2. Unos misteriosos visitantes

El silencio era lo que reinaba en el gran comedor. No era de menos, ya que todos se encontraban observando un amasijo de brazos y piernas que acababa de caer del techo. (Sí, amigos, ya se lo que están pensando. "Para el pronóstico de mañana esperamos nubes de azúcar toda la tarde, lluvia de gominolas, y granizo de personas. Gracias por escucharnos.")
Está de más decir que la "bola" de recién llegados no estaban demasiado felices con la situación.
- ¡Quitadme el pie de las costillas!- Decía una chica.
- ¡Maldición, me la estoy tocando, pero no siento la pierna!- Exclamaba la voz de un joven.
- Eso es porque es la mía, Ronald- Aclaraba una muchacha con tono soñador.
- ¡Cuidado!
- ¡Mi cara!
- ¿A quien estoy tocando?
- ¡Quítate de encima!
- ¡Auch!
Poco a poco, él grupo de adolescentes se fue desenredando, y él Gran Comedor pudo admirar a los extravagante personajes que les habían llovido del techo. Eran 6 personas, tres chico y tres chicas, pero había algo extraño, algo que no encajaba en ellos.
La profesora McGonagall, como toda adulta responsable, fue y les apuntó con la varita.
- ¿Les puedo pedir que se identifiquen? - Dijo con voz dura, pero enseguida fue interrumpida por nuestro querido Dumby.
- Perdone profesora, pero fui yo quién solicitó la presencia de estos jóvenes.
- ¿Profesor Dumbledore? ¿Pero que nurgles le ha pasado en la cara? Ya no es tan viejo como lo er.. ¡Hay! ¡Pero a que viene eso, Hermione!
- Harry - Dijo esta, ignorando olímpicamente al pelirrojo - ¿No notas algo extraño? Esto no me da buena espina.
Pero el joven de ojos esmeralda no la escuchaba, no podía, ya que toda su atención estaba concentrada en un quinteto situado a varios metros de distancia. Y la imagen era tan real, pero tan imposible, que su mente no era capaz de procesarla. Porque, ¿Cómo se podía explicar, que cinco personas supuestamente muertas, ahora estaban más jóvenes y felices que nunca, parados en frente de el?
No pudo pensarlo mucho, ya que el director, bajando de la tarima, les fue empujando tranquilamente hacia la salida del comedor.
- Ya me encargo yo de recibir a los nuevos alumnos. Podéis proseguir con la cena.
Una vez salio del comedor, este quedo en silencio, hasta que Sirius exclamó, con la sorpresa marcada en la cara.
- ¿Nuevos alumnos? ¿Pero qué hipogrifos está pasando aquí?

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Volviendo con el grupo de viajeros en el tiempo, estos ahora se encontraban en el despacho de Dumbledore, escuchando su explicación.
- Entonces, ¿Quiere decir que actualmente estamos en un universo paralelo, en el que los padres de Harry y Neville van a sexto curso, y aún no se han unido a la orden?
El director asintió, y todos pasaron a soltar suspiros cansados. Dumby alzó la cejas, sorprendido.
- Me figuraba que estaríais más sorprendido o asustados.
- Bueno, después de todo lo que hemos pasado, esto ya no es para tanto - Replicó Neville - Es decir, con todos los...
- Joven Longbottom, preferiría escuchar lo menos posible del futuro. Podría llevar a consecuencias nefastas.
- Disculpe.
- Pero sigo sin entender por qué estamos aquí.
- Bueno señorita Weasley, por ahora me vasta con decir que estoy informado de los sucesos de más relevancia que suceden en el futuro, y no estoy muy conforme con ellos. Por eso os he llamado aquí. Vosotros, que conocéis todos los desastres que se nos vienen encima, podéis detenerlos, o al menos suavizarlos. ¿Qué os parece?
- Yo... ¿Yo podré salvar a mis padres?
- Joven Potter, eso es un asunto más complicado. En el caso de que evitase de que en este universo no mueran, en cuanto usted vuelva al suyo, se dará cuenta de que no ha habido ningún cambio. Todo los sucesos que cambien, seguirán por otra linea divisora del tiempo, en un universo completamente distinto. Aún sabiendo eso, estáis dispuestos a prestar vuestra ayuda al mundo mágico?
Todos los jóvenes se pararon a pensarlo un rato, aún inseguros.
- Debo añadir que vuestros cuerpos no sufrirán cambios mientras permanezcais aquí. Y si os lanzan cualquier maldición dañina, tampoco os veréis afectados. En caso de la maldición asesina, simplemente seréis enviados de vuelta a vuestro universo, en el mismo momento en el que partisteis hacia aquí.
Ante estas palabras, el grupo no pudo hacer otra cosa más que sonreír, y aceptar la propuesta.
Dumbledore les indicó que deberían quedarse escondidos durante unas semanas, mientra el les registraba en el ministerio, y también tendrían que modificar su aparencia. Les transportó hacia una torre deshabitada del castillo, y la dividió en tres. Un lado para chicos, otro para chicas, y una sala común. A continuación se fueron a dormir agotados, pero sobre todo emocionados, ante la esperanza que les traía un nuevo despertar.

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Bueno, ¡Hola de nuevo a todos! Quiero disculparme por haber estado tanto tiempo desaparecida (vamos, no me miréis mal, que lloro) pero me encontraba en un estado de negación.
Resulta que me reeleí lo que llevaba hasta ahora, y estaba tan mal que quise eliminarlo todo y no volver a pensar en ello. En su lugar, simplemente dejé de escribir.
Pero, cuando me di cuenta esta mañana de todas las leídas que tenia (¡nada menos que 1k!) me motivé y pensé "¿Por qué no? Y bueno, me puse manos a la obra.
No se cuando volveré a actualizar, pero tened por seguro que no volveré a tardar tanto. ¡Nos leemos!