El encuentro

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En cuanto sonó la campana de la puerta, lo primero que vi fueron unas botas verde, tipo militar, de la marca DR. MARTENS sus botas me llamaron la atención porque yo tengo unas del mismo color, pero casi no las uso porque una amiga me dijo que se veían fatales (aunque realmente a mí me gustan mucho) pero desde ese comentario me siento insegura al usarlas, aunque otras personas me han dicho que no se ven mal y honestamente al chico que acaba de entrar le quedan muy bien.

El chico que entró, agacho su cabeza para sacudirse su cabello, también se sacudió la nieve que tenía en los hombros. Fue cuando me di cuenta, de que sus hombros eran anchos y bonitos, como hipnotizada por esos hombros esperé a que levantara la cara, ya que me dio curiosidad el aspecto que tenía. Llevaba una chamarra color marrón oscuro con bolsas a los costados, bufanda blanca y un gorro de invierno negro (este lo llevaba en la mano). Su cabello era largo, le llegaba hasta los hombros era color negro, un negro muy bonito. Su piel era morena clara, ni tan blanco pero tampoco moreno, honestamente no sé cómo describir el color. Creo que ese es el problema con mis novelas, las descripciones, a veces digo cosas que no todos entienden, pero es así como captó la esencia de las cosas, personas y lugares. En fin, él tenía ese tono de piel moreno claro. Alzó la cara y se quitó la bufanda, sus ojos eran color miel, le brillaban como si en ellos tuviera un cachito de sol, eran unos ojos color sol, hermosos. Miró alrededor del lugar con esos lindos ojos y antes de que me diera cuenta, sus ojos también me veían, sin embargo, antes de hacer contacto visual por más tiempo, la chica de la barra se interpuso y me dejo mi orden.

—Chocolate caliente y un panque de nuez, que lo disfrutes.

Levanté la mirada y sonreí.

—Gracias, que amable.

Ella se voltea, ve al chico y lo saluda.

—Bienvenido otra vez. Le dice mientras se incorpora detrás de la barra.

—¿Acaso te cansa ver mi cara? Le responde él con una sonrisa coqueta.

—Claro que no, mi jefa dice que eres el mejor cliente, si te hago el feo dejarás de venir y ella se enojará conmigo.

—Claro, ella no permitiría que me trates mal, de mi depende si sigues aquí o no jajaja.

—Tonto. Le dice la chica mientras alarga la mano para golpearlo en el hombro.

— ¿Será lo mismo de siempre? Le pregunta la chica de la barra.

—Si. Le dice el chico de botas verdes.

Mientras conversaban yo solo me quedé mirando la orden que me habían dejado, había olvidado que iba a hacer anotaciones para mi novela por estar de chismosa escuchando una conversación ajena. ¡Que tonta! pensé. Ya tenía una idea y la deje ir. Pero es que esos ojos me han hipnotizado y su voz es preciosa y tan varonil.

Estoy perdida en mis pensamientos cuando escucho que alguien se ha sentado a mi lado, miro de reojo y veo que es él.

—¿Algún problema con la orden?

— ¿Perdón? Le pregunto un poco confundida.

—Pregunte ¿Qué si algún problema con la orden? Me dijo con un tono de voz más alto.

—No ninguno, pero ¿Por qué lo preguntas?

—Es que desde que Lory te entrego la orden solo te quedas viendo el chocolate y el panque.

—No me refería a eso. Le dije con una voz amable. — ¿Por qué tú me estás preguntando si tengo algún problema?

—Porque mi madre es la dueña del café y cuando no está ella, yo soy el encargado, aunque hoy solo vine a desayunar, como lo hago todos los días. Me dirigió una sonrisa muy amable.

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⏰ Last updated: Aug 09, 2022 ⏰

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El chico de las botas verdesWhere stories live. Discover now