Una blusa, una falda, cabello liso, y curvas perfectas. Un trabajo, una casa, un bar. Un amigo y... ¿solo mis sentimientos?
Tengo 27 años. Levantarme, ducharme, arreglarme, y desayunar. Además de ir al trabajo y volver a casa sin hacer mucho más que ir a dormir luego de ver tv comiendo helado, o de vez en cuando salir al bar con Alexander.
Desde pequeños, unidos, y casi inseparables. Al menos hasta cuando la conoció a ella. Si, me refiero a Asly, en cuanto la conoció no pude evitar que se alejara de mí dejándome confundida y extrañada. Se fue a vivir con ella, y solo me dejó más introversia. Y creer que compré mi casa pensando que viviría con el. Ya ni siquiera es eso, el verle, abrazarle, olerle, hablarle, sentirle, todo. No puedo evitar sentirme nerviosa y ansiosa. Las pocas veces que salgo a distraerme intento olvidarle, pero al verme con otro chico, bailar con otro, besarlo, tocarlo o acostarme con otro chico, solo hace que le vea a el. Pero sigo ocultando lo que siento por mi, y por lo nuestro, aunque dicen que el cuerpo y el corazón no hablan el mismo idioma.
Y nunca quise intentarlo, tampoco tuve el valor para hacerlo, ¿me hace mala persona el quererlo tener ahora, y el querer intentarlo? Si, sé que tiene esposa, ¿pero no es injusto que lo lleve amando tanto, no es injusto que ella entrara entre nosotros? No quiero verle triste, si el desea no debe terminarle a Asly, solo quiero que me quiera, que esté a mi lado como antes, que me mire, que me bese, que me toque, que me ame, que me diga te amo, que me extrañe, que me cuide... que sea mío.
¿Es amor? o solo es tentación... Un día en el trabajo me enteré que le ascendieron, y como no, fui a darle mis felicitaciones, estaba muy nerviosa y emocionada, así que entré en su oficina y le abracé fuerte, sin fijarme, al mirarlo le vi nervioso, me di cuenta que nuestros labios estaban a punto de tocarse, no sé como sucedió,
supongo que solo fue un error, aunque aún con la oportunidad no intenté hacer nada más. Me tomó por los hombros y me alejó dulcemente. Más tarde me enteré que saldría temprano, en seguida lo busqué y no lo encontraba, hasta que me dijeron; "el salió hace unos segundos, se le veía feliz" ahora Alex siendo mi jefe podría permitirme salir temprano, así que. Tome el ascensor con ansiedad, diciéndome a mi misma: "quiero que el esté conmigo, y en un momento tan importante debería estar con el.
No, estaré con el". En cuanto las puertas se abrieron, salí corriendo, no podía hacerlo de forma cómoda, pues tenía tacones, aún así al voltear a ver la puerta de la salida, quedé asombrada. Era el, estaba caminando hacia la salida, me congelé, no supe que hacer. ( ¿le grito,
corro, lo dejo ir, si me acerco que hago, que le digo, querrá celebrarlo conmigo? )
Me decidí y corrí hacia el, todo pasó a segundo plano, miedos, preocupaciones, nervios, solo quería estar con el. Solo terminé abrazándole por la espalda, se le veía sorprendido, logré aguantar las lagrimas pues estaba emocionada, pero solo lo miré a los ojos, no me salía ninguna palabra, ni siquiera sabía que decirle.
"¿No te apetece celebrarlo?" Salió de mi boca, con mi tono nerviosa, pues no sabía como reaccionaría. Balbuceó, y antes de que pudiera decir una palabra le dije "tengo algo para darte" no creí que una simple respuesta podría hacerme sentir un mar de emociones, simplemente algo inefable. "¡Claro! ¿Por qué no?".
Desconcertada, sorprendida, nerviosa, y contenta. Fueron algunas de las emociones que sentí en ese instante hecho una eternidad.
Pasamos por un vino, un vino exótico y dulce, en el auto no podía dejar de mirarlo, estaba emocionada. Al final terminamos los dos en el apartamento, frente a una botella de vino.
Tenía una oportunidad y no quería perderla, como mínimo un beso debía darle... Fui a la habitación y me puse "cómoda", volví. Y entre lo nerviosa que estaba, los efectos del alcohol, y mis pensamientos, que me embriagaban en amor y lujuria, agrio pero placentero como un antioqueño. Que entra fuerte, intenso, y ardiente. Para al final darnos a sentir de la mejor manera. Y así como copa que te tomas en segundos, reaccionaron mis
instintos. Así que me lancé, sin pensar en nada, nada existía, solo éramos el y una chica loca por amarlo y sentirse amada por el hombre a quien más amaba.
Nerviosa, con el debajo mío, y un temblor bajando por mi cuerpo, impregnado con el calor de tú piel, "me gustas Alexander" fueron las palabras que salieron de mi boca, un par de minutos en silencio, para que me respondiera que solo estoy pasada de copas. Sé que le dije algo más sin embargo no logro recordar mucho más que a el dejándome en mi cama. De algún modo me sentí aliviada, y al mismo tiempo triste, antes de quedar en un sueño profundo dije; "¿fue su mirada?".
Al despertar no pude evitar sentirme avergonzada de lo que hice. Pero sentía tranquilidad en mi interior. Desayuné, me
duché, y salí para el trabajo. Llegué, intenté despejar mi mente con un par de copas de vino, organicé su oficina, pues era mi deber y quería hacerlo. Luego de un tiempo organizándolo salí a sacar una copias de unos documentos. Pero no tuve en cuenta el tiempo, cuando volví al abrir la puerta logré verlo, ¡me asusté! No sabía que hacer, el me dijo que siguiera, al entrar en su cara solo había una cara burlona, no podía evitar sentirme bien al verlo. Hablamos de forma natural, aunque me sentía algo nerviosa, después de lo que sucedió la noche pasada, tal vez para cualquier persona sería una bobada, pero es muy importante para mí. Al final tuve que irme para continuar con mi trabajo, así que luego le invité a almorzar, además le pedí el favor de que me llevara a casa, pues mi auto estaba en el taller.
A medida que se acercaba la hora de la salida me sentía más nerviosa por algún motivo, comenzaba a estresarme por sentirme así. Así que intente relajarme tomando algo de licor. Para cuando me di de cuenta el llegó a mi oficina, y le saludé de forma normal. Pero tenía su típica mirada de saber que algo sucedía, sin embargo actuaba normal para que no notara que tomé licor. Salimos del edificio y nos dirigimos a su auto, me dijo que entrara a su auto con un tono algo fuerte, entré al auto, y solo pude disculparme, pero esas disculpas no eran por no entrar al auto, el solo se quedó en silencio. En seguida comenzó a conducir y solo sé, que me salían palabras que ahora mismo no recuerdo, solo espero no haber dicho algo raro.
Cada vez más cerca de mi casa me
llegaban pensamientos, algo dulces pero lujuriosos, al llegar salí del auto, pero el se quedó. Me acerqué a la puerta repitiendo en mi mente que solo sería otra noche sin dormir a su lado, saqué las llaves pero por alguna razón no podía abrir la puerta, en seguida el se acercó y extendió su mano sonriendo. Le pasé las llaves y abrió la puerta, iba a despedirme, pero el entró como si nada, no le di importancia y solo cerré la puerta. Continuamos a la sala, y el se quedó allí, mientras yo seguí de largo hacía mi cuarto. Decidí cambiarme, pero nuevamente pensé que tendría que ser ahora, me coloqué algo cómodo, pero sexy. Y salí, el estaba de espaldas tomando un vaso de agua, le vi dirigirse hacía la puerta, pero interrumpí con "¿Como estuvo tú primer día en el nuevo puesto?" Por alguna razón no quería voltearse, así que mientras respondía
decidí acercarme "bien, aunque fue algo raro, supongo que solo es acostumbrarme"
Estaba a solo unos centímetros, y solo quise abrasarle y hacerle entender que aunque era tarde y hacía frio, quería que el sintiera mi calor.
En menos de nada, prenda por prenda caía al suelo, beso tras beso rozaban y marcaban nuestros cuerpos. Eran mis uñas recorriendo su cuerpo, eran sus manos recorriendo mi piel, mientras me estremecía más y más. He sentido placeres de la vida, desde vinos, viajes, y salidas. Sin embargo, nada comparable con el placer de encajar a la perfección con el, éramos el y yo, rodeados de la oscuridad, con el reflejo de la luz de la luna entrando por la ventana. ¿Hay algo más placentero, que sus manos, recorriendo mis pechos y mi cintura, mientras se sigue hundiendo en mis mares cálidos?
Cap. 3 El sentimiento de sentirse confundido.
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¿Solo una historia?
RomanceAquí nos contará la vida de Alexander, un chico admirable para muchos. Pero al parecer su vida dará un giro inesperado.