Dos almas destinadas al dolor y martirio acaban de encontrarse para romper con aquella regla. Ellos eran únicos y se complementaban, eran su igual y su contraparte... Pero siempre siendo pareja...
-------
One-shot de EdJake
Hace un rato que estaba aquí, en aquel risco. Solo un par de pasos hacia delante, serían suficientes para dejarme caer a las aguas tan profundas del mar.
Las fuertes olas, el aroma a sal impregnado en mi nariz junto con la brisa fría y refrescante, eran como una cordial invitación a mi pronta muerte. Sonreí mientras levantaba mi rostro al cielo nocturno que me cobijaba como una madre a su hijo.
Las lágrimas se arremolinaban en mis ojos, en segundos abandonaban mis ojos, acariciando mis mejillas y en ocasiones mis labios.
El sentimiento de abandono era más fuerte que mis ganas de vivir; mi padre hace años que me había abandonado, mi manada se había ido producto de la edad, las nuevas generaciones iban y venían en la manada.
¿Yo? Yo no era nadie, hijo mestizo de la madre metamorfosis y del padre vampiro, que seguía vivo sin poder huir de la vida y sin poder revelar mi ubicación a la muerte, a la vejez, al tiempo.
Llevo más de ochenta años vivo, teniendo la jodida apariencia del Jacob Black de veinte jodidos años. Yo no había decidido ser así, yo no quería ser así, un monstruo, así que si nada me podía matar yo mismo lo haría.
«Lo siento Seth, lo siento Leah, lo siento padre»
Di un paso, respire profundamente, queriendo tener como último recuerdo al mar de profundas y misteriosas olas.
Un paso más y terminaría con este martirio llamado inmortalidad, cerré mis ojos y a mi mente llegó mi vida, los buenos y los malos momentos. Sin embargo, aquel día en el que fui convertido por una vampiresa sin nombre, ese horrible día, llegó a mi cabeza sin ganas de dejarla.
Por fin, di el paso, me dejé caer sintiendo como era jalado con fuerza hacia el mar, siendo reclamado como un error de la naturaleza no visible.
Los metros eran acortados por los centímetros y estos siendo incluso menos que los milímetros. El agua helada me dio de lleno en todo el cuerpo.
Era buen nadador, pero ahora solo quería ser tragado por los litros y litros de agua.
El agua salada comenzaba a picar y arder en mi garganta, mis ojos cerrados con fuerza. El aire comenzaba a faltarme, siendo difícil el no tragar agua, sin embargo el dolor físico no eran remotamente parecidos al dolor emocional, ante esto no me moví en absoluto.
La presión del mar haciendo que mi cuerpo se sintiera aplastado, las olas golpeándome con fuerza, sin poder aguantar más la falta de aire me desmaye.
«Pronto estaré con ustedes...».
Había vuelto a aquel risco, sin embargo la figura esbelta y estilizada de un hombre me llamo la atención. Lo observé desde la lejanía del bosque, al parecer aquel hombre no notaba mi presencia. Sus pensamientos si bien no eran especialmente rápidos, si eran descontrolados.
La vista de la playa de La Push a esta hora de la noche, era hermosa.
Quince a veinte minutos y aquel chico había avanzado con decisión a la punta del risco, después de algunos minutos lo reconocí como Jacob, el chico que había regresado a su pueblo desde la bella Italia. Ese conocimiento solo me hacía entretenido el verlo tan desolado porque de alguna forma me recuerda a mí.
Mi familia me había abandonado, mi hermosa Bella y mi pequeña Renee se habían ido con mis padres y con mis hermanos abandonándome, su excusa "Te estás volviendo inestable y es doloroso verte así".
Diez años habían pasado de aquel terrible suceso, desde entonces vagando en Forks como un excéntrico y poco amable millonario del pueblo, según sus palabras solo me había cansado de tener dinero ¡JA! ¡Imbéciles!
Sin darme cuenta aquel chico había saltado sin mayor remordimiento, sin embargo no esperaba que desde aquí el olor a sangre que se esparcía en el mar como la peste negra en Europa, me resultará tan exótica.
Corrí con toda la velocidad que pude hasta la punta del risco, al asomarme pude ver el agua de ahí abajo pintarse de rojo «Delicioso color».
Me senté en la punta alrededor de cinco minutos, mi mente dividida en sí salvarlo o no. «Sí se aventó fue por algo ¿No? ¿Quién soy yo para impedirlo? Además no es como si lo conociera ¿Quién en sus cinco sentidos se lanza a salvar a un desconocido?» A punto de levantarme e irme, sentí mi pecho punzar dolorosamente.
—¡Esta me la vas a pagar y en grande Jacob Black! ¡Te haré mi jodido esclavo Jacob! —Murmure solo para dejarme caer con lentitud, un sermón mental me llegó «Tal vez si me estoy volviendo loco».
Al estar en el agua abrí mis ojos solo para ver a aquel chico, flotando con los ojos cerrados y la boca levemente abierta, de su cabeza salía sangre sin parar, lo cual me desconcentraba del propósito inicial.
Nade con lentitud al verlo inconsciente «Total que si se murió, yo intenté salvarlo», al verlo más de cerca noté sus rasgos tan inusuales, cabello levemente largo y negruzco, labios gruesos y pálidos, además de que su piel era de un color raro, un rojizo, pero a la vez moreno y sin embargo la pincelada de blancura se veía como un fino trazo, con la palidez siendo una fiel seguidora.
Al estar a solo centímetros y ver su boca con atención, sus colmillos eran sumamente largos e increíblemente filosos.
«Esto tiene que ser una jodida broma ¿A quién mierda se le ocurre lanzarse a la playa cuando es un vampiro?»
Al instante una bofetada de realidad y consciencia me golpeó, el leve palpitar de su corazón y la sangre que seguía saliendo eran una extraña reacción.
«Mierda, mierda, mierda y mucha más mierda, es un jodido mestizo».
Con rápidos movimientos afiance mi brazo a su cintura pegándolo a mi costado y con la mayor rapidez y fuerza que hubiera tenido antes lo saque del agua.
Al estar en la arena de la playa quise darme una patada, lo dejé acostado y me senté a un lado, abrí sus párpados y en estos sus ojos estaban completamente negros, esto tenía que ser una conspiración en mi contra.
Puse mis manos en su estómago y las hundí con fuerza, un par de veces fueron suficientes para que aquel chico reaccionara y expulsará el agua de su estómago.
—¿Quién mierda eres? —Me preguntó limpiando sus labios pero sin mirarme a los ojos.
—Si bueno, gracias Edward por salvarme de mi inútil intento de suicidio —Murmure con una sonrisa —, oh de nada, créeme lo hice sin dudarlo ni un segundo.
Ambos chicos al levantar sus ojos y conectarlos todo cambio, Jacob Black no salió de su estupor y Edward Masen menos.
Ambos siendo unidos por el destino como almas gemelas, como una pareja de seres inexplicables que de alguna forma hacían que todo fuese correcto.
—Mierda Jacob... —Mierda Edward...
Murmuraron ambos en la misma hora, en el mismo minuto, en el mismo segundo, en el mismo instante. Dos almas destinadas al dolor y martirio acaban de encontrarse para romper con aquella regla. Ellos eran únicos y se complementaban, eran su igual y su contraparte... Pero siempre siendo una pareja de lo inexplicable...
— The End...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.