WWX criado en otras sectas parte 1: Gusu Lan Shi

3 El segundo y tercer Lan gongzi

A la hora correspondiente Lan Wangji estuvo en pie y listo para comenzar con sus actividades como discípulo principal de la Secta. Se sentía fatal, había dormido demasiado poco y sus sueños habían sido totalmente inapropiados, no estaba seguro si un sueño contaba como conducta merecedora de castigo; ¿no significaban esas escenas que en su interior estaba corrompido? El definitivamente necesitaba ser castigado, ¿cierto? Decidió preguntarle a su padre y hermano, sentía que había guardado ese tormento demasiado tiempo, tres años de confusión y calor que no pensaba seguir soportando.

Qing Heng-Jun y Lan Xichen casi se mueren del susto.

A diferencia de su familia, Wangji abandonó el Hanshi(1) una hora después completamente renovado. Su apariencia era tan seria como siempre, su rostro igualmente inexpresivo y su postura académicamente adecuada; pero su corazón estaba radiante. Y así lo percibió Weiying cuando estuvo a su lado.

—¿Por qué estás tan contento, mmh? —le gruñó. —Espero no sea por mi castigo.

Wangji no respondió, simplemente se colocó en posición y comenzó sus ejercicios, a diferencia del otro, él no estaba castigado por lo que podía disfrutar de la actividad. Weiying no volvió a hablar, después de todo, copiar las reglas parado de manos era bastante más difícil de lo que recordaba. De vez en cuando robaba miradas envidiosas a su primo, quien no tenía que copiar nada y simplemente hacía sus ejercicios con toda tranquilidad.

Weiying odiaba escribir, y hacer el pino tampoco era su fuerte, así que tuvo que hacer un descanso pronto; pausa que aprovechó para observar atentamente a su compañero. Su rostro impasiblemente concentrado era hermoso, cada línea cuidadosamente cincelada, cada detalle perfectamente colocado, desde el tamaño de su boca hasta la última pestaña. Weiying sabía que él mismo era bastante atractivo, pero también sabía que Lan Zhan no tenía comparación.

No estaba seguro por qué, pero siempre había mirado más a Zhan-ge que a Huan-ge. Aunque los dos hermanos eran muy parecidos, y las personas generalmente encontraban al mayor más guapo, incluso teniéndolo como el cultivador más atractivo según la lista que Huaisang le había obligado a leer; pero los ojos de Weiying de alguna forma siempre encontraban su camino para aterrizar en los labios de Wangji; lo cual comenzaba a preocuparlo.

Al principio no se habían llevado nada bien. Cuando A-Die(2) lo colocó frente a los hermanos Lan después de haber saludado al líder de Secta, y le indicó que ellos eran sus "primos", fue recibido por una ola de amabilidad y otra de evidente hostilidad al mismo tiempo. Huan-ge inmediatamente lo acogió, comenzó a llamarlo A-Ying y le dio toda la atención que pudo; Lan Zhan en cambio, lo rechazó sin misericordia. Por supuesto, se saludaron formalmente bajo la atenta mirada de sus mayores y convivieron hasta donde la regla Se filial los obligó, pero en general ambos niños comenzaron a evitarse como la peste. Aunque sus padres se sintieron decepcionados, en realidad no era sano obligarlos a llevarse bien, así que los dejaron convivir en un ambiente de respeto con la esperanza de que conectaran después.

Lan Huan, en cambio, se angustió por la situación, ¿Cómo se suponía que conviviría con ambos niños si se evitaban? Al principio tuvo que dividir su tiempo libre entre los dos, lo que causó aún más resentimiento en su hermanito, quien no entendía por qué además de renunciar a su tío, ahora también tenía que compartir a su hermano. Así que tuvo que ser firme y obligarlos a pasar tiempo los tres juntos, lo cual generalmente terminaba con Lan Zhan llorando de frustración y Lan Weiying deprimido en un rincón. Por suerte después de ciertos incidentes los niños pasaron de odiarse a tolerarse y finalmente a su estado actual: no pueden vivir el uno sin el otro.

Wangji no pudo soportar más la insistente mirada del otro sobre su cuerpo, y tuvo que tomar un descanso que no necesitaba. Se sentó apropiadamente y enfrentó los ojos grises con más valentía de la que realmente sentía. Pero Weiying no dijo nada, simplemente siguió mirándolo con una expresión indescifrable. Lan Zhan quería desesperadamente saber qué pasaba en la mente del otro, pero le avergonzaba preguntar el por qué lo había descubierto mirando sus brazos y su rostro. Las palabras quedaron atoradas en sus corazones durante un momento que se hizo eterno.