Parte única

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Esa noche era la peor para Lan Wangji en sus veinticinco años. No solo tenía que aguantar a todos los hipócritas que iban a felicitarla por su "compromiso" sino que también debía estar al lado del cretino que se suponía ser su prometido.

Cuando su mamá murió hace dos años su padre se perdió en sí mismo, tanto que incluso la empresa que tanto empeño había puesto se derrumbó por su mala dirección. Por más que ella y su hermano trataron de salvarla sabían que no había vuelta atrás para la estupidez de su padre. Lo único que podría ayudarles era una alianza con alguna empresa poderosa, y la única que la Junta de ancianos pudo pensar fue la Wen.

Pero Wen Ruohan no tenía hijas, solo dos hijos asquerosos que Lan Wangji jamás había soportado, pero veanla ahora, comprometida a la fuerza con Wen Xu, el primogénito ligeramente mejor que su hermano Wen Chao.

De haber sabido que así terminaría su vida habría escapado ese mismo día con...ya no importaba, ella había desaparecido hace cinco años y no sabía nada de su Wei Ying desde ese fatídico día. Solo le quedaba asentir y saludar, porque esas personas no se merecían ni una sola sonrisa.

Lo único bueno que había sacado es que ella había podido elegir su vestimenta. El código había sido rojo pues era el color emblemático de los Wen, incluso su tío tuvo que apegarse a esa regla para no insultar a la familia, pero ella nunca mostraría sumisión hacía el resbaloso de su prometido, se cortaría una mano antes de siquiera pensarlo.

Llevaba un traje blanco para sorpresa de cada uno de ahí. El pantalón le llegaba un poco arriba de sus talones mostrando sus zapatos de tacón bajo, hiriendo el ridículo ego de Wen Xu al verse más bajo que ella. Una pequeña falda se ajustaba un poco arriba de su cintura, combinando con la cola de su abrigo largo, el cual se ajustaba en su largo cuello. Incluso se había puesto guantes para evitar el contacto innecesario con ese hombre. Su cabello nergo recogido en un chongo alto, el cual enfrascaba su mirada dorada y helada.

Todos ahí sabían que ella no deseaba ese matrimonio, incluso hubieron algunas mujeres, la mayoría casadas, que se habían acercado a ella con miradas llenas de empatía y consejos para evitar a su esposo cuando ella así lo quisiera, incluso llegando tan lejos para darle sus número de telefóno en caso de que necesitara ayuda, pero nada era demasiado para cuidar a la jóven. Lan Wangji agradecía a cada una de las señoras y trataba de hacerles saber que también podían confiar en ella si era necesario.

Su tío se había acercado para llamarle la atención por su comportamiento, pero en lo más profundo de su viejo corazón sabía que era lo mínimo que se merecía su sobrina al ser sometida a esto. Él sabía que Lan Wangji tenía un futuro brillante, incluso llegó a pensar que sería la futura Directora de su empresa si su hermano tuviera un índice de inteligencia en ese cerebro suyo, pero ahora no podía hacer nada. Solo podía fingir normalidad mientras veía todo ese circo armarse frente a sus ojos.

Pero, siendo sincera, Lan Wangji estaba siendo ruda con la velada, había algo que había salvado toda la situación de ser un completo desastre, y era la mujer en el escenario.

Era una pequeña banda que su hermano había contratado para la velada y tenía que admitir que la música era bastante buena. Eran dos mujeres y un hombre y todos iban vestidos de negro y rojo.

La chica de la batería utilizaba un traje negro simple igual al chico de la guitarra, los dos con antifaces rojos que cubrían su identidad, pero la que había atraído su atención desde que piso el escenario era la cantante. Llevaba un vestido negro que la hizo tragar con dificultad. Dos piezas de tela cubrían sus pechos redondos y firmes, pero dejando un espacio que mostraba un hermoso tatuaje de dragón. Sus dos piernas torneadas y bronceadas se mostraban con la apertura del vestido, el cual solo tenía una tela en medio que se deslizaba hasta el suelo con un par de stilettos rojos decorando sus pies. Incluso su estola roja que se deslizaba sobre sus brazos le daba un toque más coqueto. Su cabello nergo y ondulado estaba suelto, pero siempre en su espada, dejando ver su rostro, el cual también estaba cubierto con un antifaz rojo un poco más laborioso que el de sus acompañantes.

I can be a better boyfriend than himDonde viven las historias. Descúbrelo ahora