COTE - ¿Y si?

Mi primera amiga

Si bien dije antes que la primera confesión que recibí de una chica fue de Satou, esto no es del todo cierto.

Los recuerdos de esos momentos todavía no pueden borrarse de mi memoria, podría decir que forman parte de un ínfimo vestigio de mis emociones que he estado ignorando hasta este mes.

Realmente no tengo idea de que hago en pensar todo esto.

Creo que ya lo recordé, fue en ese sueño, otro de los sueños raros que tuve, la incidencia de estos sueños me trae un mal presagio, pero no sabía si era malo para mí o para ese hombre porque separarme de él en la esencia.

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Había terminado mi sesión de entrenamiento en la piscina, ya me había adaptado a la intensidad de estas sesiones.

Sin embargo, a un ritmo más vertiginoso, mis compañeros caían, la intensidad y la exigencia habían aumentado exponencialmente, probablemente ese hombre ya no le interese estudiar a los demás niños por lo que los está forzando a retirarse con estas actualizaciones.

Solo quedaban pocos niños, tenía aproximadamente 7 años y un aproximado de solo 5 niños a parte de mí habían quedado. Era obvio que es una combinación de habilidad y buena suerte que hayan estado aquí.

Sin embargo, había una persona que me intrigaba.

Sentí una presencia acercarse a mí, pero no me preocupé, no había nada que temer de todos modos, nadie aquí es capaz de siquiera tocarme con un dedo.

Decir que es un milagro que esa persona esté aquí es quedarse muy poco, realmente era incomprensible como ella ha llegado hasta aquí. Si bien es la más inteligente después de mí, tenía muy pobres habilidades físicas, mi teoría era que ese hombre todavía guardaba un poco de esperanza en ella.

"Eso fue impresionante, Kiyotaka, o como era de esperar debo decir"

"Sí"

Solo asentí, no sabía cuál era su propósito, este ser era muy extraño, a pesar de que no le correspondía las conversaciones, todavía hablaba y se acercaba a mí. Lo que hace ella está más allá de mi comprensión, así que solo era un gasto de energía pensar en ello. No tenía importancia de todos modos.

"Puedo hacerte una pregunta?"

Todavía recordaba mi voz, era muy monótona, con muy poca energía, sin una pizca de tonalidad.

"Por supuesto"

Era muy extraño, incluso cuando estábamos en un entorno extremadamente difícil que roza en situaciones de vida o muerte, ella todavía sonreía de una manera brillante. No lo entiendo.

"Como es que aún no has caído?"

Mi curiosidad me había ganado en esta ocasión ante lo incomprensible de su presencia.

No sabía realmente que destino tenían los que eran expulsados de este lugar, a simple vista podría decir que caen enfermos y hasta mueren, pero no era cosa segura.