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Una tarde tranquila cuatro omegas caminaban por la acera charlando de diversas cosas, el mayor de ellos era HongJoong el hijo de los Kim un hermoso omega de veintidós de cabellera rubia y ojos mieles con un toque de verde, su vestimenta era una camisa color crema, con un suéter café claro, un pantalón negro que combinará, unos tenis negros con plataforma y un pequeño maquillaje natural que le hacía ver lindo ese día, los cuatro omegas llamaban la atención de los alfas y betas por se lindos y bellos al estar caminado en la acera eso no lo negaba nadie.
- HongJoong haz notado como SeongHwa te mira?
El rubio negó girandose para mirar a su guardaespaldas quien le seguía el paso con todas sus compras, el ojimiel al mirar por encima de su hombro y el alfa al darse cuenta se sonrojo tirando todas las compras, HongJoong se devolvió para ayudar a su guardaespaldas a levantar las cosas.
- no, hacen linda pareja!
- ¡Si! - Soyeon al decir eso la carita de YeoSang se entristeció.
- no tiene porqué ayudarme yo puedo sólo jovén!
- en serio, permíteme ayudarte!
Dijo colocando una de sus manitas en una de las bolsas provocando que SeongHwa la coloque encima sin darse cuenta, ambos cruzaron miradas el omega noto que su mano era más pequeña que la del pelinegro.
- amm... Tenemos que seguir! - exclamó levantándose de la acera con un pequeño sonrojo.
- ahh! Si! - SeongHwa tomo las bolsas de compras y de nuevo comenzaron andar hasta una cafetería cercana.
- le hubieras dado un beso en la mejilla! - negó el rubio frunciendo el entrecejo a lo que dijo Hwanwoong.
- oigan ay una cafetería aquí! - dijo el rubio dorado apuntando al establecimiento.
- vamos!
Al entrar al lugar, los cuatro omegas buscaron una mesa para descansar y pedir al menú. Después de varios minutos de estar charlando de diversas cosas y reírse de sus propias bromas que se hacían entre ellos la bolsa de HongJoong comenzó a vibrar sus ojos se abrieron de par en par, abrió el cierre de su bolsa y saco su móvil al ver quien era un suspiro salió de su boca poniendo sus ojos en blanco.
- sucede algo HongJoong?
- tengo que ir a la empresa de mi padre...
- ahora porque debes ir a la empresa del viejo ese? - frunció su entrecejo el pelinegro.
- ¡SoMin! - exclamó mirando mal a su menor.
- ¡Es que es verdad! ¡Te trata mal HongJoong!
- lo se... Pero es mi padre... Me dio la vida junto a mi madre! - dijo cabizbajo, suspiro sonoro levantándose de la silla. - chicos me voy después nos vemos! - sonrió levemente saliendo del local seguido de un SeongHwa lleno de bolsas de compras, ambos se pararon en la acera para esperar un taxi.
