Ni-ki's diary ♡⠀۪⠀

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Fui a buscarle la toalla a Sunoo, se la di con algo de pena pero hice más drama en mi cabeza de lo que fue en realidad, el luego de un rato salió y prácticamente corrimos para ir a la escuela, llegamos y entramos juntos mientras todos nos miraban. Al poco rato se nos unieron Jay, Jungwon y Heeseung, caminábamos como si de una pasarela se tratará y todos nos miraban envidiosos. Algunos nos miraban juzgando y otros lo hacían con admiración, pero de igual forma el que atrapaba más miradas era Sunoo.

Y de igual forma, atrapó la mía

Minutos después, me encontré solo con Jay, el me miraba extraño mientras escribía en mi diario. Sentía como su mirada seguía mis manos y Jay no era tan estúpido como parecía. Y fue entonces cuando me preguntó: —Oye, te he notado extraño y quería preguntarte.. uhm, ¿sientes algo por Sunoo?— me detuve un momento en lo que hacía, entonces cerré con cuidado mi libreta como si no fuera lo suficientemente obvio. —¿Cómo podría yo sentir algo por Sunoo? ¿Ese qué? Que se bañe mejor. — negué, aún sabiendo que yo mismo lo miraba, preguntándome que había en el que en mi no, tal vez era su manera de actuar, su humor, tal vez su apariencia.. No lo sabría explicar aún, solamente podía pensar en todas las preguntas que mi cerebro formulaba y aquella noche en la que escribí en mi diario algo que no me había dejado en paz hasta entonces.

Al final del horario de clases, cada quien se fue por su lado y pasaron semanas así. Casi dos meses de hecho, e incluso estaba por olvidar ese tema y dejar esos pensamientos extraños atrás. Constantemente me negaba a mi mismo algunos sentimientos, y era algo con lo que aún no estaba tranquilo.
Los exámenes finales estaban cerca, y convenientemente nos tocó hacer juntos el trabajo a Sunoo y a mi. Desde aquel día, cargaba siempre con mi diario entre mis cosas, con el miedo constante de que alguien que fuera a mi casa lo leyera. O más bien con el miedo constante de que Jay lo hubiese leído.
Quedamos en que el trabajo lo haríamos en la casa de Sunoo, pues ya habíamos pasado demasiado en mi casa.

Tomé mis cosas y salí de la escuela a lado de Sunoo, tardamos en llegar a su casa por distraernos en el parque, solamente una señora nos fue a sacar de ahí que porque los juegos eran para niños. Entonces tristes nos fuimos de ahí, llegando a la casa de Sunoo preferí dejar las cosas en un lugar medianamente seguro, y más siendo el lugar donde estábamos. El abrió el refrigerador y me hizo una pregunta extraña viniendo de él, —¿quieres agua, refresco, cerveza?— lo miré extraño, era raro, muy raro viniendo de el. —¿y ahora que mosca te picó? ¿Tú tomando cerveza? Ni siquiera yo tomo en mi día a día.— el me miró a mi y no supe que decirle.

—Jay me dijo que me invitaría a un antro, no voy a llegar ahí y ver como se apesta en alcohol sin hacer nada.— pensé un buen rato después de eso, ya no era raro solo por Sunoo, era raro por Jay también. No pude decirle nada, solamente me quedó ver como el tomaba y tomaba, parecía totalmente sobrio y me sorprendió aún más. Hasta que el último trago y se desvaneció. No sabía si era otro de sus dramas o si está vez estaba realmente mal. Solamente lo ayude a levantarse y lo lleve a su habitación con algo de incomodidad, el sujetó fuerte mi mano, y yo no supe que sentir, evidentemente el alcohol le hizo demasiado. Me quedé un rato con el, aún cuestionandome que había pasado, todo era rápido y nuevamente pensamientos raros vinieron a mi. El empezó a hablar dormido, decía todo tipo de estupideces, no lo podía tomar en serio entonces solamente me quedé en silencio. —tú si me quieres, ¿verdad? No cómo ese tonto de Jay— el balbuceo con la cara en la almohada, quería pensar que era en serio esa pregunta pero dada la situación únicamente deseé que estuviera sobrio.

Esperé a que se durmiera pero el siguió preguntando cosas, las cuales yo no sabía contestar y no sabía si lo que estaba sintiendo estaba bien.