Prólogo

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Soy Amber Vélez, vivo en Buenos Aires, Argentina. Esta historia comienza a mis 13 años. Vivo con mi mamá Olivia, mi hermano mayor Peter, mi hermanita menor Luz y mi hermosa perrita Emma. Mis padres se separaron cuando yo tenía tres años, pero a pesar de no vivir con mi papá, tenia dias en los que los pasaba con él. A pesar de no tener a mis papás juntos, nunca me senti mal por su separación y siempre traté de pasar los mejores momentos con ellos, aunque era más difícil de lo que suena.

A mis 13 años conocí a una persona que cambió mi vida completamente, y no necesariamente para bien ni para mal, sino que cuando lo conocí jamás pensé lo que vendría después, y como pensarlo si estaba ciega, incluso cambié mucho, sentí cosas nuevas, hermosas, que nunca había sentido y que sin saberlo necesitaba, pero también sentí otras cosas, no tan hermosas.

Mi padre ha tratado siempre de estar con nosotros lo mayor posible, pero mi madre no era la mejor del mundo y le hacía ese trabajo más complicado de lo que debería de ser.
Mis padres no eran perfectos, pero vamos, ¿Quien es perfecto? Pues nadie, la verdad, que nadie lo es, sin importar que tanto ocultemos las cosas, siempre habrá un defecto que nos niegue la perfección, y así eran ellos, imperfectos, como todos, pero lo que ellos no tenían en cuenta, era que estaba yo, también mi hermano, pero este último nunca mostró debilidad, de echo, cuando mis padres se separaron, el único que demostraba importancia hacia mi, era mi hermano, él me cuidaba, me prestaba su atención y trataba de que yo no sufriera por mis padres, y hizo un excelente trabajo, pero aún así, no fue suficiente, porque era algo que si o si necesitaba de mis padres, y el amor que me faltó por parte de ellos, me hizo vulnerable y débil, y eso no lo descubriría hasta tiempo después, cuando llegara él a mi vida.

Y sí, está historia se trata de él, y de mi, claramente, pero más de como fui cayendo ante él, y del como lo nuestro era más complicado de lo que esperaba, y de como hicimos para aguantar, o mejor dicho, como hice yo para aguantar, porque había risas, pero también llanto, porque me enamoré, y habia veces que era la mejor decisión de mi vida, pero a veces odiaba el echo de haberme enamorado de él y no de alguien más. Porque el provocaba mucho adentro de mí, de mi alma, de mi corazón, el logró salvarme, pero también destruirme, él podía manejar todo de mí, y yo también de él, pero solo que a esa edad no sabia como, pero lo aprendí, con el pasar del tiempo aprendí a usar ciertas cosas a mi favor, no sé en qué momento había cambiado tanto, pero lo hice, no sé si para bien o para mal, o tal vez eso dependía del punto de vista de alguien más, para algunos estará bien, para otros mal, a fin de cuentas, no había una respuesta correcta para este incógnito, porque eso era el amor, un incógnito, porque no sabías que parte del amor te tocaba vivir, si la parte en la que sufris, en la que te rompen el corazón, en la que no te devolvían lo que dabas, o en la parte en la que todo era felicidad, en la que ambos sentían lo mismo, en la que ambos se daban todo, en la que ambos vivían felices para siempre.

Así que ahora, me toca explicar de manera detallada como fue el comienzo de esta historia, una historia que parece una montaña rusa de emociones, a veces había felicidad, otra veces había dolor, en algunas ocasiones había enojo, y en otras todo era neutro, no había ni una pizca de algún sentimiento.

Amor SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora