[Lamento las faltas de ortografía]
Todavía estaba oscuro cuando izuku se despertó. Cerro los ojos, se cubrió la cabeza con la manta y dio gracias a dios por devolverle el alma.
Hacia frio en la habitación, lo que interfería en su capacidad para concentrarse en las oraciones. Noto que las decía demasiado deprisa. Pidió comprensión.
Encendió el pequeño radiador del baño y se vistió frente a él. El calor le calmo el temblor de las pantorrillas, en la cocina se cortó unas lonchas de queso curado y una rebanada de pan negro. Comió despacio mientras hervía el agua para él te. Cuando la infusión estuvo lista, izuku sujeto entre los dientes un terrón de azúcar y saboreo él te caliente que se deslizo con lentitud a través de su garganta.
// Sin duda, esta es una muestra de la vida en mundo venidero\\, pensó
La luna estaba todavía alta en el cielo cuando, caminando, se dirigió a la panadería. Sus botas aplastaban la nieve, y el crujido le transporto a su juventud. Sintió que aquella luna plateada, la nieve blanca y la noche negra escondía una gran verdad. Los postigos de la mayoría de las casas seguían cerrados; sus mundos, dormidos. Recordó la época en que un anciano golpeaba la contraventana y llamaba a la gente para las oraciones matinales. El anciano había muerto. Izuku se preguntó qué harían los vecinos si se pusiera a golpear los postigos. Acelero el paso.
Detrás de la panadería, las palomas picoteaban el suelo formando círculos mientras se afanaban por comerse las migas del pan de la víspera. Izuku contemplo las huellas de los pájaros en la superficie de la nieve. Los tres dedos procedentes de un único origen le recordaron... a los patriarcas: Shimura, Toshinori e Izuku..... el pasado, el presente y el futuro.
//Si, eso encaja. Todo encaja\\, pensó izuku
Las palomas alzaron vuelo y se posaron en los canalones del tejado. Izuku se quedó solo, mirando fijamente las estrellas que le enviaban su titilar por entre los edificios.
Se miro las manos al abrir la puerta trasera del horno. Entonces dejo atrás la noche y se adentró en la negrura tranquilizadora de la panadería//Es como cubrirme la cabeza con el manto ritual. Esta oscuridad me reconforta\\ pensó Midoriya
Tenía los miembros agarrotados. Se agacho con esfuerzo para encender el horno. De rodillas, observo hipnotizado el piloto del interruptor y vio cómo se encendía. Pensó en la //Luz Eterna\\ y en la paciencia. Rogo por esta ultima
Esa era la panadería más antigua de su comunidad y, pese a que muchas cosas habían cambiado, el horno daba vueltas y vueltas en la noria de parrillas. Izuku se detuvo y apoyo la mejilla en los ladrillos exteriores del viejo horno, que empezaba a calentarse.Pronto alcanzaría la máxima temperatura y llegaría los demás panaderos. Ellos podrían dormir un poco más o ver a sus hijos antes de marcharse a la escuela. Izuku vivía solo, o eso creía él. No era solitario, estaba apartado de la vida, pero no ausente. Encendió la batidora y empezó a preparar la primera masa. Se guía con los ojos los brazos metálicos helicoides en su rotación interminable. Le confirmaban una verdad que veía en todas partes. Poco a poco, fue añadiendo el agua caliente, con cuidado para que la masa no se endureciera ni se humedeciera. Moderación. Equilibrio. Comedimiento en lo que hacía. Eran cosas que izuku, el panadero siempre tenía presentes. Para el ser un héroe ya no le importaba, desde que lo traicionaron solo para usarlo como conejo de carnada contra lobos hambrientos, dejo todo por siempre tenía presentes. Ahora tenía tiempo. Su tiempo. Un ratito. La masa necesitaba crecer. El calor del horno se irradiaba inundando con ondas invisibles toda la panadería.
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El Ángel De La Demonio
FanfictionReflexión, vida, muerte y corrupción de una inocencia, Midoriya izuku en su total fracmentacion...