Cincuenta, cincuenta noches han pasado desde la última vez que hablamos. Me dijiste que te hacía mal estar conmigo, que ibas a estar mejor sin mi, que había cosas mías que no te cerraban.
¿Tan mala fue nuestra relación? ¿Tan inocente fui, que pensé que estábamos bien?
Todavía no se que me dolió más, si el tener que dejar de mirarte como antes, el no poder hablarte, el no poder sentirte, o la manera en la que te despediste de mi.
Desde ese día cambiaron varias cosas, aprendí a quererme y a estar solo, empecé a escucharme y a conocer mis necesidades. También entendí lo mucho que te aprecio y que ahora tengo un vacío el cual quiero que llenes.
Me acuerdo la primera vez que te hable, estaba nervioso porque no sabia que decirte ni que ibas a responder. Tu apariencia tranquila y alegre me había llamado la atención y tu dulce voz me hizo necesitar hablarte.
Pensé varias veces como seria todo si no te hubiera visto ese día, pero siempre recuerdo lo que me hiciste sentir y no me arrepiento de nada.
Tan solo quiero solucionar las cosas y volver a como estábamos, a hablar todas las noches mientras imaginamos viajes y salidas juntos, quiero volver a cuando me compartías tus dibujos y escuchábamos música mientras nos contábamos anécdotas.
Te veo en mis sueños alegre con otras personas, y me siento feliz por vos, pero a la vez quiero verte conmigo.
Y se que eso no va a pasar, me lo dejaste claro, pero ese es mi deseo más puro, ese es mi sueño.
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Diario de un Caballero Caído
Ficção AdolescenteEste es el diario intimo de una persona que vivió suficiente, pero que todavía busca su felicidad, espero que la encuentre.